Los Beatles contaron con un grupo muy unido que rara vez flaqueó durante sus procesos de grabación, que duraron una década.

A los cuatro miembros se les unió en el estudio George Martin, junto con un pequeño número de ingenieros, entre ellos Norman Smith, Glyn Johns y Ken Scott en diferentes momentos.

Pero, en la mayor parte de sus trabajos más emblemáticos, Geoff Emerick era el hombre que estaba detrás de la máquina de cinta y los faders.

Cuando Smith fue ascendido a productor en 1966, Emerick, de 20 años, se convirtió en el nuevo ingeniero de los Beatles.

El primer álbum de Emerick con la banda fue ‘Revolver’, y permaneció con ellos durante su fase más psicodélica, incluso en los álbumes ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’ y ‘Magical Mystery Tour’. Sin embargo, para ‘The White Album’ de 1968, Emerick empezó a no gustarle el ambiente tenso del estudio.

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“Perdí el interés en el ‘White Album’ porque realmente discutían entre ellos y se maldecían”- recordaba Emerick en el libro ‘The Complete Beatles Recording Sessions’, de Mark Lewisohn.

“Los improperios volaban de verdad… Le dije a George [Martin]: ‘Mira, ya he tenido suficiente. Quiero irme. No quiero saber más’. George dijo: ‘Bueno, vete al final de la semana’ -creo que fue un lunes o un martes- pero yo dije: ‘No, quiero irme ahora, en este mismo momento’. Y eso fue todo”.

Vía ‘The Complete Beatles Recording Sessions’.

Eso fue durante la sesión de un 16 de julio, cuando la banda estaba trabajando en “Cry Baby Cry” de John Lennon. Según Lennon, se le había ocurrido la idea original de la canción de la misma manera que concibió “Good Morning Good Morning”: a través de un anuncio.

“Tengo otra aquí, unas palabras, creo que las saqué de un anuncio: ‘Cry baby cry, make your mother buy'”– recordaba Lennon en el libro de Hunter Davies de 1968, ‘The Beatles’.

“La he estado tocando en el piano. Ahora lo he dejado pasar. Volverá si realmente lo quiero. Me levanto del piano como si hubiera estado en trance. A veces sé que he dejado escapar algunas cosas, que podría haber cogido si hubiera querido algo”.

Vía ‘The Complete Beatles Recording Sessions’.

Emerick volvería a trabajar más tarde como ingeniero en ‘Abbey Road’, por el que ganó un Grammy al mejor álbum de ingeniería. Tras la disolución de los Beatles, Emerick continuó trabajando como ingeniero de discos para Paul.