La reconocible líder de Evanescence, Amy Lee, reveló recientemente en quién se inspiró para componer “Bring Me To Life”, el sencillo que catapultara a la fama al conjunto de rock alternativo a principios de la década del dos mil.
Lee, de 39 años de edad, habló recientemente con la publicación especializada alemana Sonic Seducer en donde, entre otras cosas; confesó que “Bring Me To Life” fue escrita para su actual esposo, incluso antes de que tuvieran una relación de noviazgo 😱.
“Bring Me to Life” sigue siendo uno de los mayores y más reconocibles éxitos de la década de 2000 en todos los géneros. La canción ha sido certificada como platino o multiplatino en al menos cinco países y sigue siendo el single de Evanescence con más éxito en Billboard, alcanzando el número 5 en la lista Hot 100 y el número 1 en la de Alternative Airplay.
¿De qué habla la canción “Bring Me to Life” de Evanescence?
Danzando entre el nu metal, rap rock, hard rock y rock alternativo; “Bring Me To Life” tiene varios significados e inspiraciones; sus temas son un incidente en un restaurante, la apertura de mente y el despertar a las cosas que faltan en la vida de la protagonista.
Durante una entrevista desde una parada de su gira en Tulsa dijo a The Boston Phoenix en 2008:
Me inspiré para escribirla cuando alguien me dijo algo – no lo conocía-, y pensé que podría ser clarividente. […] Estaba en una relación y era completamente infeliz. Pero lo ocultaba. Estaba siendo completamente maltratada y trataba de encubrirlo; ni siquiera lo admitía ante mí misma.
Así que entonces hablé quizás 10 o 15 palabras con este tipo, que era amigo de un amigo.
Amy Lee.
Ahora, la vocalista le reveló a Sonic Seducer que la persona con la que habló en aquella ocasión de crisis fue nada más y nada menos que Josh Hartzler, su esposo desde el 2007.
La escribí sobre mi actual marido antes de que nos casáramos. Hubo un momento en el que me encontraba en una situación difícil y en una mala relación, y mi marido actual, Josh, era en ese momento solo un amigo y una persona a la que apenas conocía. Era quizá la tercera o cuarta vez que nos veíamos y entramos a tomar asiento en un restaurante mientras nuestros amigos estacionaban el coche. Nos sentamos el uno frente al otro, y él me miró y me dijo: “Entonces, ¿eres feliz?”.
Y me cogió tan desprevenida, que sentí que me atravesaba el corazón, porque sentía que había estado fingiendo muy bien, y era como si él pudiera ver a través de mí. Y entonces surgió todo ese primer verso: “Cómo puedes ver en mis ojos, como puertas abiertas”.
Me hizo sentir y reconocer la sensación de anhelo que tenía de llegar a un lugar mejor y me puso en marcha. Es increíble que se convirtiera en la primera canción que nos lanzó a la escena y que hizo que todo el mundo nos conociera, porque trata de algo tan personal que estaba reconociendo en mi vida.