Ninguna otra banda ha sido tan influenciada por las artes visuales como The Cure. A pesar de que su música se adentra en el territorio del rock gótico más hermoso que jamás se haya grabado, su capacidad para crear impactantes imágenes en cada uno de sus videos musicales los distingue de sus contemporáneos en ese momento.

Sin embargo, eso no quiere decir que a Robert Smith le hayan encantado cada uno de los videos que la banda realizó.

Mientras trabajaban en el álbum ‘Disintegration’ (1989), la banda llevó sus estándares de producción de videos a un nivel superior. Al crear paisajes visuales para canciones emblemáticas como “Lovesong” y “Lullaby”, Robert Smith ofreció actuaciones dignas de un Oscar.

A pesar de la intención inicial de lanzar varios sencillos más del álbum, fue “Fascination Street” el que se destacó en el mercado estadounidense. Con una introducción instrumental impactante, Smith se mostró gloriosamente dramático, personificando a sus compañeros de banda y pintando un vívido retrato de Bourbon Street en la mente de los oyentes.

Sin embargo, cuando vio el resultado final del video musical que grabaron apresuradamente para la canción, Smith expresó su insatisfacción.

Originalmente concebido como un homenaje a ‘Doctor Who’, Smith sintió que el montaje final del video no cumplía sus expectativas y lo describió como “horrible“.

La idea original era un vídeo de Doctor Who, por eso hay una cabina telefónica y un reloj, con habitaciones dentro de habitaciones, todo hecho de forma muy vulgar. Pero se hizo con un presupuesto bajo. Normalmente, Elektra y Polydor nos dan dinero, pero esto fue solo para Estados Unidos, por lo que solo lo hizo Elektra. La fantasía se perdió” (vía Far Out).

A pesar de las decepciones del video, “Fascination Street” continuó siendo una de las canciones favoritas de los seguidores de ‘Disintegration’. La potente instrumentación y la emotiva voz de Smith habrían garantizado su éxito, incluso si el video hubiera sido una pantalla en blanco.