Luego de que el internet se llenara de canciones, reversiones, deep fakes y demás productos de la inteligencia artificial aplicada a la música,  la reunión semestral de la junta directiva de la academia, determinó que todo lo que provenga de programas de este tipo no podrá ganar un premio Grammy.

Esto llega a través de Milenio, quienes confirman que la Academia está realizando varios cambios significativos para que las obras presentadas con elementos de IA, sean estudiadas con detenimiento con la finalidad de certificarlas como elegibles, únicamente cuando un creador humano sea responsable de una contribución “significativa” a la música y/o letra.

“El componente de autoría humana del trabajo presentado debe ser significativo”

– dicen los nuevos requisitos.

La Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación, es una organización estadounidense de especialistas en música (principalmente, grabación, producción, ingeniería de grabación, etcétera) que se dedican a mejorar la calidad de la música.

Hoy más que nunca, sus directivos deberán enfrentar la dura tarea de definir cómo se percibirá a la música en los próximos 10 años, ya que lejos de la acreditación o validación que su entrega de premios brinde, la realidad es que el aceptar o no a la I.A. es una decisión que definirá el futuro de la industria como tal.

¿Lograrán tomar una decisión avant garde que realmente incluya al talento humano y computarizado dentro de un mismo campo semántico? ¿O estamos de frente a un dilema parecido al del streaming cuando empresas como Blockbuster y Gamestop decidieron quedarse en el pasado y se vieron frente a una dura crisis económica?

Por ahora, es difícil definirlo. Pero el futuro, actualmente, cuenta con más preguntas que respuestas y esto puede ponerse interesante.