En una nueva investigación, Marilyn Manson es descrito por sus presuntas víctimas de abusos sexuales como un agresor en serie adepto a la manipulación; un racista fascinado con la historia nazi y un captor que encarcelaba a mujeres en lo que supuestamente denominaba su “habitación de las chicas malas“, un espacio confinado a prueba de ruido.
A principios de este año, varias mujeres acusaron a Manson, cuyo nombre verdadero es Brian Hugh Warner, de múltiples abusos. La actriz Evan Rachel Wood, ex prometida del músico, encabezó las demandas contra la estrella del rock. Inicialmente, el cantante negó las acusaciones, pero posteriormente tuvo que hacerles frente luego de que otros nombres de alto perfil, como la actriz Esmé Bianco y la modelo Ashley Morgan Smithline, se sumaran a la lista. A raíz de ello, su sello discográfico y su agente de talentos lo despidieron.
En una nueva investigación de nueve meses realizada por la revista Rolling Stone; se revelan detalles inquietantes sobre las acusaciones. El informe también indaga en la historia de Manson, sugiriendo que el patrón de maltrato contra mujeres y otras personas es incluso anterior a su fama como el Anticristo Superestrella .
La investigación afirma que Manson comenzaba sus relaciones afectivas-abusivas “bombardeando de amor” al objeto de su deseo, colmando a la mujer de cumplidos y amabilidad para ganarse su confianza.
“[Decía], ‘Soy el único que te entiende'”, compartió Smithline. Otra acusadora, la modelo Sarah McNeilly, confesó que Manson le dijo que la amaba apenas una semana después de conocerse.
“Quería que empezara a elegir vestidos de novia. Quería tener un bebé. Nunca había vivido una relación así, porque era jodidamente falsa”.
Vía Rolling Stone.
Además, muchos de los que hablaron con Rolling Stone señalaron el racismo del rockero. Las fuentes afirman que a menudo utilizaba la palabra “negro” despectivamente, y una de ellas dijo que “casi se deleitaba en poder decirla delante de los negros”.
El informe también alega que Manson tenía una fijación con los nazis. Bianco dijo en su demanda que en un momento dado “la golpeó con un látigo que [él] decía que era utilizado por los nazis”. Smithline afirmó que una vez le exigió que “comprara todos los recuerdos nazis que pudiera encontrar”.
Pero quizás la revelación más escalofriante es la acusación de que Manson mantenía a sus víctimas encerradas en una cabina de voz readaptada a la que llamaba su “habitación de las chicas malas”. Supuestamente, torturaba psicológicamente a las mujeres durante horas en régimen de aislamiento.
La habitación -en realidad un pequeño cubículo de cristal con espuma de aislamiento acústico- no era un gran secreto, ya que Manson había hablado abiertamente de ella con anterioridad. “Si alguien es malo, puedo encerrarlo en ella, y está insonorizada”, presumió a otra revista en 2012.
“Al principio, hizo que sonara genial”, dijo Smithline sobre la habitación.
“Luego, hizo que sonara muy punitivo. Aunque gritara, nadie me oiría. … Primero te peleabas, y él disfrutaba con la lucha. Aprendí a no luchar, porque eso era darle lo que quería”.
Vía Rolling Stone.
Además de los latigazos, Bianco alegó que Manson abusó de ella mediante la privación del sueño, electrocución y otros medios horribles; en un momento dado, incluso la persiguió con un hacha. Un apartamento que Manson tenía en West Hollywood, California, donde supuestamente perpetró muchos de los ataques, estaba “decorado con sangre, esvásticas y fotos recortadas de revistas porno”, según Rolling Stone.
McNeilly describió una supuesta agresión de Manson.
“Me tiró contra la pared y tenía un bate de béisbol en la mano, y dijo que me iba a romper la puta cara. No sé qué tipo de dolor tiene, pero sólo quiere hacer que la gente sienta ese dolor una y otra vez”.
Vía Rolling Stone.
En julio, un abogado de Manson afirmó que Bianco y otras eran co-conspiradoras “tratando de confundir las imágenes y el arte del personaje escénico del ‘shock rock’ de Warner … con relatos inventados de abuso”. Desde entonces, el equipo legal del músico ha seguido negando las acusaciones.
Por su parte, Manson ha mantenido un bajo perfil desde que se hicieron públicas las acusaciones en su contra, aparte de un puñado de apariciones con Kanye West. La última de ellas llevó a especular que podría estar volviéndose al cristianismo.