Radiohead, la icónica banda británica, ha dejado una huella indeleble en la historia de la música. Sin embargo, incluso los artistas más influyentes tienen sus altibajos.

En este caso, el líder de Radiohead, Thom Yorke, ha revelado cuál de sus propios álbumes le resulta insoportable escuchar: “Hail to the Thief”.

“Hail to the Thief”, lanzado en 2003, fue el sexto álbum de estudio de Radiohead. Aunque no carece de momentos brillantes, Yorke lo considera una pesadilla en términos de producción y experiencia. A pesar de su creatividad, el álbum se sintió como un paso atrás en su carrera, al menos en cuanto a la instrumentación. 

“Crear este disco fue realmente divertido, pero terminarlo fue una pesadilla de mierda. Fue horrible. Todo fue espontáneo, y al mezclarlo, todo salió mal… Realmente lo amé y llegué al final y lo odié y nunca quise volver a escucharlo.”

Mientras que los álbumes anteriores, como “Kid A” y “Amnesiac”, exploraron sonidos electrónicos y experimentales, “Hail to the Thief” reintrodujo las guitarras estridentes y la instrumentación orgánica en canciones como “2+2=5”.

La mezcla de estilos en “Hail to the Thief” no siempre resultó cohesiva. A veces, la transición abrupta entre canciones dejaba al oyente desconcertado. Yorke ha expresado su frustración con el proceso de finalización del álbum, calificándolo como una “pesadilla”. A pesar de haber disfrutado creando el disco, al llegar al final, lo odió y nunca quiso volver a escucharlo.

En retrospectiva, “Hail to the Thief” también es uno de los proyectos más extensos de Radiohead. Quizás habría beneficiado si algunas canciones hubieran sido relegadas a lados B. La versión inversa de “I Will”, que ya apareció en “Like Spinning Plates”, da la sensación de que la banda estaba trabajando con sobras en lugar de avanzar hacia adelante. Sin embargo, Radiohead corrigió este problema en su siguiente álbum, “In Rainbows”, encontrando un equilibrio perfecto entre sus dos estilos musicales.