Un día como hoy, pero de hace 30 años, la Asociación de la Industria Magnetofónica de América (RIAA), decidió colocar la infame etiqueta de Parental Advisory: Explicit Content a todos aquellos álbumes que presentaban lenguaje o contenido explícito y/u ofensivo. El reconocible logotipo a blanco y negro no es una clasificación, y no hay estándares específicos para tener la obligación de colocar la etiqueta. Es decisión de la compañía de álbumes si un disco la requiere o no.

Los álbumes empezaron a ser etiquetados con el mensaje de “contenido explícito” en 1985 tras la presión impuesta por el Centro de Padres de Música y Recursos (PMRC), quienes consideraban que el heavy metal contenía letras y portadas en los discos que podían considerarse como ofensivas o explícitas. Así, el PMRC trabajó duramente con la RIAA en 1990 para estandarizar la etiqueta, y desde entonces, todos los álbumes que contienen letras explícitas llevan el rótulo con la leyenda PARENTAL ADVISORY: EXPLICIT CONTENT.

Los primeros discos en ser etiquetados por contener letras explícitas fueron Purple Rain (1984) de Prince, Peace Sells… But Who’s Buying? (1986) de Megadeth, el álbum homónimo de Danzig (1988), Louder than Love (1989) de Soundgarden, Appetite for Destruction (1987) de Guns n’ Roses y As Nasty As They Wanna Be (1989) de 2 Live Crew. El primer disco de hip hop que recibió dicho honor fue el debut de Ice TRhyme Pays, publicado en 1987, cuyas letras se asociaron con el rap gangsta, álbum que popularizó el género.

En la actualidad, algunas minorías se niegan a vender los discos que lleven dicha insignia, y muchos otros sólo venden estos álbumes a adultos (aunque se ha establecido que la edad mínima para poder comprarlos es de 16 años). Artistas como Sky Rizzo, Sean Paul, Judas Priest, Janet Jackson, Prince, NO TRACE, Lady Gaga o Madonna, suelen tener casi siempre esta etiqueta en sus trabajos.