La ex estrella de Pink Floyd, Roger Waters, hizo que su actuación en el London Palladium del domingo (8 de octubre) fuera inolvidable, pero por todas las razones equivocadas.

El veterano músico, de 80 años, actuó en el lugar con capacidad para 2,286 personas y la velada se presentó como una oportunidad para escuchar la totalidad de su nuevo álbum, ‘The Dark Side Of The Moon Redux’, una reinvención del icónico ‘The Dark Side Of The Moon’ de Pink Floyd, que recientemente cumplió 50 años.

Sin embargo, según varios miembros descontentos de la audiencia, pasó una hora leyendo su autobiografía inédita en lugar de cantar, e incluso les dijo que “se fueran a la m*erda” cuando se quejaron.

Se dice que Waters leyó páginas de notas sobre sus mascotas, incluido un pato llamado “Donald”, del que habló durante 20 minutos, dejando atónitos a los espectadores.

“Si quieren contar historias, cuéntenlas en su propio tiempo a su propia audiencia en su propio maldito teatro. Por cierto, podrían mostrar moderación y dejar de gritar de nuevo”.

Waters pasó a personificar a personas como Bruce Forsyth y Max Bygraves, en un intento de ofrecer algo de comedia. Al inicio de la jornada, se le pidió a los fanáticos guardar sus celulares, cámaras y relojes inteligentes en sus bolsas, por lo que aún no ha surgido ninguna grabación de lo sucedido.

Un fan afirmó en Twitter que lo expulsaron justo después del intervalo por decir que el concierto había sido una “m*erda”, y que su teléfono había sido “confiscado”. En redes sociales, también se leyeron los siguientes comentarios:

“£500 por escuchar un montón de discursos rancios después del intervalo. No es bueno.”

“Lamento decirlo, pero el concierto de esta noche fue muy decepcionante. Las canciones reales eran geniales, pero la mierda autoindulgente era interminable y terminar más de 1 hora más tarde de lo previsto es imperdonable”.

“Cuando se apega a su fantástica música, es brillante. Pero 60 minutos de música en dos horas y media apenas es un concierto. Esas tonterías arruinaron unos últimos 50 minutos maravillosos”.