Coldplay se encuentra actualmente en una batalla legal con su ex-manager, Dave Holmes, con una serie de demandas en el tribunal superior que llegan a cifras millonarias entre ambas partes.

Tal y como Milenio reporta, Dave Holmes, quien dirigió Coldplay de 2005 a 2022, demandó al grupo en agosto por una “comisión pendiente” de £10 millones de libras que, según afirma, se le deben.

El argumento está basado en que el dinero se relaciona con dos álbumes aún no lanzados en los que afirma haber trabajado con el grupo.

Pero en una nueva contrademanda, la banda rechazó el reclamo de Holmes y exige £14 millones en daños y perjuicios, ya que dicen que su ex-manager permitió que los costos de la gira aumentaran como una bola de nieve, al tiempo que alega que utilizó su relación con el grupo para obtener préstamos por un total de $30 millones de dólares de los promotores afiliados a Live Nation.

“Hasta donde sabemos… el señor Holmes utilizó el dinero obtenido mediante los acuerdos de préstamo para financiar una empresa de desarrollo inmobiliario en Vancouver, Canadá.

Se debe inferir que el señor Holmes sólo pudo adquirir préstamos por un total de $30 millones de dólares a una tasa de interés anual fija del 2,72% de Live Nation en virtud de su posición como manager de Coldplay”.

– Equipo legal de Coldplay

Los documentos judiciales también alegan que Holmes no supervisó ni controló adecuadamente el presupuesto de la gira.

Se encargaron o compraron equipos costosos que no eran aptos para su propósito, alegan los periódicos, incluida una pantalla de video de $9,7 millones de dólares que era tan grande que no se podía llevar de gira, así como 16 pilares de escenario hechos a medida que costaron $10,6 millones de euros (9 millones de libras esterlinas). mismas que resultaron inutilizables.

¿Y qué dice la defensa? Nada, no tienen mucho qué agregar más allá de que es mentira y que, Holmes, tiene un contrato firmado por dos discos en los que no sólo trabajó, sino que invirtió y se le aseguró un retorno de inversión, cosa que si bien no lo ata a una “deuda” porque absolutamente toda inversión es un riesgo, sí lo deja en una postura interesante frente a la alegación de que Coldplay tiene un compromiso legal con él.