No cabe duda que los zoomers son la generación más libre que se haya visto, y los resultados de un nuevo estudio realizado en el Reino Unido lo comprueba. Después de sondear a 2 mil adultos, resulta que los miembros de la Generación Z tienen el doble de probabilidades de reportarse enfermos para ir a un concierto que los millennials.
El estudio en línea, realizado en julio del 2023 por Viagogo y YouGov, encuestó a 2 mil adultos en todo el Reino Unido. De este grupo, el 8% de los millennials (los nacidos entre 1981 y 1996) dijeron que fingirían estar enfermos para ir a un concierto; mientras que el 19% de los de la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) dijeron lo mismo.
Puede parecer obvio que los más jóvenes preferirían ir a escuchar música en vivo que ir a trabajar, pero los encuestados de la Gen Z revelaron que también renunciarían a cosas más atractivas para ver actuar a sus artistas favoritos.
El 43% de los encuestados afirmaron que dejarían el alcohol durante seis meses para conseguir asientos en primera fila para el concierto de sus sueños. Por supuesto, a principios de este verano supimos que la Generación Z bebe menos en los conciertos que otros grupos de edad.
Además del simple placer que representa ver a un músico ejecutar su oficio frente a ti, la música en vivo alberga una comunidad, ya sea dentro de fandoms muy unidos o entre el grupo de asistentes al concierto que se encuentran en el mismo lugar la misma noche.
Hay que agregar el hecho de que la Generación Z pasó sus años primeros años de socialización encerrados durante la cuarentena obligatoria del COVID-19, y tiene sentido que el 20% de los encuestados admita haber llorado en un show en vivo, en comparación con el 18% de los millennials y el 11% de los baby boomers.
En un panorama más general, el 21% de todo el grupo estudiado dijo que su primer concierto fue más memorable que conseguir su primer trabajo, tener su primer beso o perder la virginidad (esas experiencias ocuparon el puesto número 1 para el 20%, el 16% y 13% de la población encuestada, respectivamente).
Los datos recabados demuestran que la música es mucho más que simples notas musicales o voces armoniosas, sino toda una experiencia que marca a la humanidad.
