Después de 17 años de carrera, tanto el sonido como los visuales de los Arctic Monkeys han cambiado. Con toda la alineación encaminada a cumplir 40 años, ofrecen una propuesta mucho más madura y consciente que cuando debutaron por allá del 2006, a la tierna edad de 20. Ha sido un cambio que a los fanáticos de la banda les ha costado digerir, pues extrañan la irreverencia y arrogancia del cuarteto de Sheffield.

Y es que, al igual que muchas otras bandas inglesas, esa confianza y desenfado es influencia directa de Oasis, el modelo a seguir de muchos músicos de generaciones posteriores. No es menos cierto para Alex Turner, quien confesó (vía The Face) que el primer disco que compró de Oasis fue ‘(What’s the Story) Morning Glory’ (1995).

Entonces, el también cantante de The Last Shadow Puppets discutió sobre la permanente influencia del segundo álbum de Oasis en la industria asegurando que aunque el rock -y esencialmente toda la música- está sujeto a la evolución y a las modas, lo que hicieron los hermanos Gallagher nunca desaparecerá del todo porque es “fundamentalmente atractivo”.

Con Oasis, es sólo esa actitud, como si se resistiera a todo lo demás que está pasando en la música (…) A veces seguimos escuchando ‘Morning Glory’ en el camerino, y también ‘D’You Know What I Mean?’. Es tan arrogante, pero manda”.

“Es divertido oír a Noel hablar de esa canción ahora, de cómo la primera vez que la tocaron en la radio, les dijeron: ‘¿No creen que es un poco larga?”. Y él dijo: “¿De qué estás hablando? No es lo suficientemente larga‘. Clásico de Noel”.

Pero la admiración de Turner hacia los hermanos Gallagher es mucho más antigua que eso, pues en la primaria incluso actuó con sus amigos (incluido el baterista Matt Helder, a quien conoce desde el colegio) pretendiendo que eran Oasis en un festival de fin de curso (vía Pitchfork).

“Así que Matt, yo y algunos de nuestros amigos pusimos ‘Morning Glory’ – ‘jugamos’ con unas raquetas de tenis y fingimos ser Oasis”, continuó. “Matt era Liam Gallagher; llevaba el sombrero de cubo. Yo era el bajista. Estábamos ahí de pie, haciendo lo que Oasis hacía en el escenario, que no era gran cosa”.