Años podrán pasar, pero nuestro amor por Alicia en el país de las maravillas jamás va a disminuir. A lo mejor es porque es una historia que todo tipo de edades podrían disfrutar, o quizá por la gama de personajes que nos han causado todo tipo de sentimientos (desde alegría y miedo), los cuales, permanecen en nuestra memoria. Hayas leído el libro original, o la hayas conocido por la película de Disney, seguro piensas igual.
Razones por las que nunca dejaremos de amar Alicia en el país de las maravillas
1. Una historia donde la imaginación es la protagonista. Todo lo que puede ser creado por nuestra mente, se encuentra en Alicia en el país de las maravillas.
2. Muchos libros con esta historia tienen las mejores ilustraciones.
3. Uno de los clásicos de Disney que sigue marcando generaciones. Son de esas películas que ves cada año y quieres que todos la vean.
4. Ha hecho que todos hagan teorías sobre este mundo mágico. Que si el campo de amapolas la hizo alucinar, que si consumía estupefacientes u otras cosas… Es muy interesante leer todo lo que la gente tiene por ofrecer.
5. Tenía un lado macabro escondido. ¡¿Que le corten la cabeza a las pobres cartas?! Qué bueno que nunca se vio.
6. Dicho lado fue inspiración de historia alternas, que en verdad dan miedo. Videojuegos donde todo es una versión trastornada del País de las Maravillas y hay mucha sangre.
7. Te ha puesto a filosofar mil veces la escena con la oruga. ¿Quién eres en realidad?
8. Hasta los psicólogos nombraron padecimientos tras esta historia. El “Alice in Wonderland Syndrome”, en el cual, no tienes percepción del tamaño de tu cuerpo y/o los objetos.
9. Todos tenemos esos amigos que queremos mucho, aunque no los entendemos muy bien por hablar con tantos acertijos y metáforas.
10. Muchos nos hemos sentido así de perdidos como Alicia.
11. Varias de sus frases brillantes nos marcaron de por vida, y no es raro que nos pongamos a citar algunos de sus trabalenguas o paradojas.
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12. Nos ha ayudado a no ir tan deprisa. No queremos lucir tan estresados como el conejo blanco, ni desaprovechar los buenos momentos, lo que nos pone a pensar ¿qué es realmente importante?
13. Comprendimos que hay que tener buenas razones para decir algo.
