Amy Winehouse

Amy Winehouse

La segunda investigación judicial en torno a la muerte de Amy Winehouse el 23 de julio de 2011, reveló y confirmó que la cantante londinense murió por exceso de alcohol, según el tribunal de Saint Pancras.

Si recuerdan, durante la primera investigación que se realizó tras su muerte, se había afirmado que ésta había sido accidental y posiblemente por el abuso del alcohol, pero esto no pudo validarse tras considerar que la magistrada a cargo no contaba con lo necesario para el caso. Sin embargo, en esta segunda investigación, la juez forense Shirley Radcliffe confirmó que Amy Winehouse registraba 416 miligramos por 100 mililitros de alcohol, más de cinco veces el límite permitido para conducir en el Reino Unido, algo que remite a una declaración de su médica de cabecera Christina Romete, quien reveló que la cantante nunca quiso seguir las recomendaciones médicas.

El nivel de alcohol con el que contaba Winehouse antes de morir, es suficiente para afectar tanto el sistema nervioso central como para que una persona “se quede dormida y nunca despierte”, como lo comentó la juez Radcliffe.