Aunque The Mars Volta se disolvió hace 9 años, recientemente todo el catálogo discográfico de la agrupación del Paso, Texas, fue re-editado en un lujoso box set de 18 discos, ‘La Realidad de los Sueños’ que, además de recopilar sus 6 extraordinarios álbumes, también ofreció algunas rarezas y caras B.

La agrupación de rock progresivo, liderada por el vocalista Cedric Bixler-Zavala y el guitarrista Omar Rodríguez-López, se disolvió en 2012 cuando ambos decidieron reformar su anterior proyecto, At The Drive-In.

Por su parte, At The Drive-In fue una banda muy progresiva en la escena del hardcore punk rock de finales de los noventa y principios del dos mil. Empujaron los límites sónicos establecidos, especialmente durante sus últimos álbumes. También produjeron algunos temas de corte reggae dub en una banda llamada De Facto, y ese sonido dub alimentó de igual manera a The Mars Volta.

Tomando en cuenta tal antecedente, The Mars Volta alcanzó el estatus de culto por mezclar post-hardcore, heavy metal, rock psicodélico y rock progresivo, con otros géneros como el jazz latino. Al respecto, Omar Rodríguez-López confesó:

Progresivo no es una palabra sucia que la gente utilice sobre nosotros. Si no avanzas, te quedas estancado. Y esa no es forma de vivir.

Casi toda la producción de la banda fue compuesta únicamente por Rodríguez-López; mientras que las letras y melodías vocales fueron escritas por Cedric. En 2009, la banda ganó un Grammy en la categoría ‘Mejor Interpretación de Hard Rock’ por la canción “Wax Simulacra”; y en 2008 fueron nombrados ‘Mejor Banda de Prog-Rock’ por la revista Rolling Stone.

En septiembre de 2012, se anunció que The Mars Volta entraría en un hiato indefinido, situación que se ha extendido hasta el día de hoy. Y pese a que los rumores sobre una posible reunión no cesan, lo cierto es que el legado musical de TMV es vasto, innovador y maravilloso.

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6. Noctourniquet (2012)

Rodríguez-López pasó la mayor parte de 2010 centrado en su carrera en solitario, y apenas se publicó información anticipada sobre ‘Noctourniquet’, el sexto y último álbum de The Mars Volta -hasta la fecha-. Se trata del único esfuerzo de la banda que cuenta con el baterista Deantoni Parks, y que no incluye contribuciones del guitarrista John Frusciante.

Inspirado en la canción infantil “Solomon Grundy” y en el mito griego de Hyacinthus, ‘Noctourniquet’ figura como uno de los trabajos conceptuales del inventario de TMV. En su momento, Bixler-Zavala anunció una nueva dirección melódica en el disco, indicando un cambio drástico en el sonido de la banda refiriéndose a él como “punk del futuro”.

A menudo es tildado como extraño y desordenado, aunque “fracturado” podría ser una descripción más adecuada dada su larga gestación tras los enfrentamientos creativos entre Cedric y Omar.

5. Octahedron (2009)

‘Octahedron’, quinto álbum de The Mars Volta lanzado en 2009, es ampliamente considerado como salvaje y suave, arcano y reflexivo. Una especie de contención que se fijó a si misma la agrupación. Al igual que su antecesor, ‘Amputechture’, no contiene ni una sola narrativa unificadora.

También se trata del último esfuerzo en el que aparecen el baterista Thomas Pridgen (quien abandonó a TMV tras cierta polémica) y el guitarrista John Frusciante; y el primero que no cuenta con la colaboración del tecladista Isaiah “Ikey” Owens. Respecto a ‘Octahedron’, el vocalista Cedric Bixler-Zavala afirmó

Queríamos hacer lo contrario de todos los discos que habíamos hecho. Todo el tiempo amenazábamos a la gente con que haríamos un disco pop, y lo hicimos.

Debutó en el número 12 de la lista de álbumes Billboard 200.

4. The Bedlam In Goliath (2008)

En un viaje a Jerusalén, Rodríguez-López compró un tablero parlante arcaico tipo ouija en una tienda de curiosidades como regalo para Bixler-Zavala. Durante su gira del 2006 con los Red Hot Chili Peppers, el conjunto volvía al autobús para jugar con la ouija, y rápidamente se convirtió en una especie de ritual post-show.

Llamado “The Soothsayer”, el tablero revelaba historias, daba nombres y hacía peticiones, ya que eran contactados por tres personas diferentes que aparecían en forma de uno, al que se referían como “Goliath”. Cuanto más interactuaban con el tablero, las crípticas coincidencias empezaron a plagar la experiencia de la banda escribiendo y grabando ‘The Bedlam in Goliath’: El baterista Blake Fleming los abandonó; Bixler-Zavala fue operado de un pie; pistas de audio desaparecieron esporádicamente de los discos duros del estudio (que además se inundó); y su ingeniero de audio sufrió una crisis mental.

Visualmente hablando, Jeff Jordan fue contratado de nuevo para encargarse de las ilustraciones del álbum, creando 11 pinturas originales que coinciden con el tema de ‘The Bedlam in Goliath’, además de incluir una pieza de su propia galería. La obra de la portada se titula “Agadez”.

3. Amputechture (2006)

Con ocho temas de 76 minutos de duración, ‘Amputechture’ cumple con su misión de ofrecer un contenido que es más mortífero que de relleno, ya que aborda otra de las quejas persistentes que se plantean contra la banda: Las letras de Cedric. Supuso la primera vez que The Mars Volta creaba un álbum no-conceptual.

En una entrevista con MTV, Cedric Bixler-Zavala dijo que las inspiraciones para el álbum eran muy diversas; desde las recientes marchas de la inmigración en Estados Unidos, hasta las noticias sobre monjas poseídas. ‘Amputechture’ sigue un tema amplio en lugar de una narrativa críptica, lo que significó que las ideas fueron más sencillas de recibir.

2. Frances The Mute (2005)

Debutado en 2005, ‘Frances The Mute’ incorpora influencias del dub, el ambient, música latina y jazz; y es el primero en el que participan el bajista Juan Alderete y el percusionista Marcel Rodríguez-López.

Equiparable al debut de TMV en 2003, ofrece letras crípticas e instrumentales altamente estratificadas; aunque la influencia del rock progresivo y la injerencia del ruido ambiental son más evidentes en ‘Frances the Mute’ que en ‘De-Loused in the Comatorium’.

La quinta y última pista del álbum, “Cassandra Gemini”, con 32 minutos y 32 segundos, es hasta la fecha la canción de estudio más larga publicada por The Mars Volta. Rodríguez-López dijo de ella:

Desde que era un adolescente y tuve varias experiencias de escucha con artistas como King Crimson, John Coltrane y Bitches Brew de Miles Davis, siempre quise hacer algo como “Cassandra”. Algo deformado y fuera de control. Algo enorme y violento, todo un álbum encajado en una sola composición. Algo despiadado a lo que nadie pueda permanecer indiferente.

1. De-Loused In The Comatorium (2003)

Aunque no fue la primera declaración musical de la banda (ese honor lo tiene su EP del 2002, ‘Tremulant’), ‘De-Loused In The Comatorium’ fue el momento en que The Mars Volta explotó en la conciencia colectiva. Para los fans de At The Drive-In, supuso un cambio sísmico en el estilo López-Zavala.

El álbum funciona como un todo conceptual, poético en su visión, poderoso en su ejecución, y denso en ritmo y estilos. Mezcla el virtuosismo técnico y las melodías sublimes en un acto de equilibrio que la banda posiblemente no volvió a manejar tan hábilmente.

Basado en un relato corto escrito por el cantante Cedric Bixler-Zavala y el ingeniero de audio Jeremy Michael Ward; ‘De-Loused In The Comatorium’ cuenta la historia de Cerpin Taxt, un hombre que entra en un coma de una semana tras sufrir una sobredosis por morfina y veneno para ratas. La historia de Cerpin Taxt alude a la muerte del artista de El Paso, Texas, y amigo de Bixler-Zavala, Julio Venegas (1972-1996).