Ya desde 1992 que Gustavo Cerati no se sentía cómodo en Soda Stereo. Su trabajo alternativo con Daniel Melero; abandonar la gira de ‘Dynamo‘; Plan V y el lanzamiento de ‘Amor Amarillo’; presagiaron el final de la banda que definió la música hispanoparlante.

Cerati, alma inquieta e innovadora, necesitaba desplegar sus alas y Soda ya no servía más para ese propósito. La libertad lo llevó a componer ‘Bocanada’, su debut propiamente dicho como solista, considerado como una de las piezas esenciales para entender el famoso rock en tu idioma.

El astro albiceleste uso su carrera en solitario como patio de juegos. Experimentó con el techno, alt-rock, indie, indie-rock, pop, rock de estadio, arreglos orquestales, música electrónica (principalmente). Líricamente sus motivos, aunque en esencia similares a los de Soda; si tuvieron una notoria evolución inspiracional: versa sobre el amor, desamor, sexo y afecto; pero también sobre la naturaleza, el universo, la fe, el ser supremo, la introspección.

La grandilocuencia de Gustavo Cerati en su faceta como solista dio como resultado 5 materiales de estudio, ninguno de ellos malo. Esto no se trata de un conteo del “peor al mejor”; es más bien es un recuento del esfuerzo menos magistral al fuera de este planeta.

5. Amor Amarillo (1993)

La manzana de la discordia. ‘Amor Amarillo’ se grabó aún cuando Gustavo era miembro de Soda Stereo, luego de abandonar intempestivamente la gira de ‘Dynamo’ para mudarse de país (Chile) y estar con su esposa Cecilia Amenabar, embarazada de su primogénito.

El resultado de la intensa historia de amor entre Cecilia y Gustavo Cerati es ‘Amor Amarillo’, un disco completamente ajeno a lo que Cerati hacía en Soda; impregnado de romance, vigor y alegría. De ahí su nombre, amarillo como el sol, como la energía que irradiaba su relación.

Ella contribuyó creativamente y líricamente al esfuerzo, así como en el video de “Te Llevo Para que Me Lleves”. Jamás olvidemos que el sencillo que le da nombre el álbum es una de las mejores canciones de amor al español jamás compuestas. ‘Amor Amarillo’ se estrenó 25 días antes del nacimiento de Benito Cerati.

4. Siempre Es Hoy (2002)

Cuando se habla de ‘Siempre Es Hoy’, a menudo se dice que es el disco electrónico de Gustavo Cerati. Y eso es parcialmente cierto.

Es verdad que se trata del trabajo más electrónico/experimental del cantautor. Se alejó que las guitarras que lo llevaron al estrellato en su antigua banda, y las cambió por samples.

La otra gran crítica al disco es su extensión. 70 minutos y 56 segundos. Un par de los 17 temas que lo conforman pueden llegar a sentirse dispersos; sin embargo, incluye altos títulos como “Cosas Imposibles”; “Artefacto”; “Tu Cicatriz En Mi” o “Karaoke”. Obras del synth-rock moderno.

3. Fuerza Natural (2009)

El último material inédito de Gustavo Cerati, lanzado en 2009, es como una mezcla de todos lo géneros que anteriormente ya había explorado; más un toque de folk y alt-country; y con cierto aire contemporáneo, como dándole la cara a la nueva década.

Es verdad que tiene algunos cambios abruptos en cuanto a secuencia sónica (como por ejemplo de “Rapto” a “Cactus”), pero ninguna canción tiene desperdicio.

Aquí probablemente apreciamos al Gustavo Cerati más líricamente diverso. Ya no se trata únicamente del arquetipo común del amor. Habla sobre las “Fuerzas Naturales”, tanto las internas como externas -invisibles o cotidianas-, que nos llevan a un viaje de introspección.

2. Ahí Vamos (2006)

‘Ahí Vamos’ es probablemente el trabajo más solido y con más himnos de estadio en la discografía del artista, y marcó su triunfal regreso al “rock clásico” de Gustavo Cerati, ese que enloquecía a las masas cuando Soda.

La guitarras vuelven a ser protagonistas en la obra del argentino, con la clásica fórmula estrofa-estribillo- puente. Líricamente es bastante nostálgico (para ese entonces ya se había separado de Cecilia Amenabar; y su pareja posterior lo había dejado).

Con guiños más identificables y concretos, ‘Ahí Vamos’ ofrece algunas de las favoritas del público como “Me Quedo Aquí” o “Lago en el cielo”. Mención honorífica merecen “Adiós” y “Crímen”, por ser dos de las baladas más solidarias cuando de desamor se trata.

1. Bocanada (1999)

Álbum fundamental en la historia del rock iberoamericano, y en general, de todos los países hispanoparlantes; ‘Bocanada’ fue la primera muestra -oficial- del talento, ambición e ingenio de Gustavo Cerati tras su salida de Soda Stereo. Marcó un antes y un después no solo en la propia carrera de Gustavo, sino en el sonido rock a nivel regional; gracias a su profunda raíz electrónica.

‘Bocanada’ fue el primer esbozo de la nueva dirección que habría de tomar el trabajo de Cerati en adelante, ya como solista. Las guitarras siguen formando parte de, pero ya no en el papel estelar. Le dan paso a figuras electrónicas, experimentales, de dreampop e, incluso, orquestales, como se aprecia en el corte de culto “Verbo Carne”. Más vibración digital y menos del rocanrol tradicional cargado de guitarras.

Incluye naturalmente algunas de las canciones favoritas de los fanáticos. “Puente”, “Tabu”, “Paseo Inmoral” y “Perdonar es Divino”. Todas están ahí.