Desde que terminó la emergencia sanitaria, la industria del espectáculo volvió con mucha más fuerza que antes. Si la propuesta pre pandémica era ya de por si nutrida, en los últimos dos años hemos visto una verdadera explosión en cuanto a eventos de entretenimiento en México, para bien y para mal.

Dicen por ahí que el mercado se autoregula a través de la “oferta y demanda” y, si bien la unión entre OCESA y Live Nation nos han traído shows que jamás pensamos llegarían a nuestro país (como Taylor Swift); también ha significado un revés para el entretenimiento local, pues quedan ya muy pocos venues pequeños o independientes -junto con sus artistas-, fuera de las garras del gran monopolio.

Sin embargo, para aquellos grandes actos, que a menudo ocupan las letras grandes de los festivales, México ofrece algunos foros adecuados para cumplir con la demanda. A continuación, te compartimos 7 de ellos.

Foro Sol

Capacidad: 65 mil personas.

El recinto por excelencia que ocupan los actos con un alto poder de convocatoria. El Foro Sol sentó sus bases en el año 1993, con la plena intención de convertirse en un gran lugar para conciertos. También ha funcionado como estadio de beisbol, siendo la casa de los Diablos Rojos durante 14 temporadas. Por su escenario han desfilado cualquier cantidad de artistas, desde Paul McCartney hasta Blackpink.

Palacio de los Deportes

Capacidad: 19,824 personas.

Un clásico capitalino es, por supuesto, la cúpula de cobre del Palacio de los Deportes. Este icónico recinto se inauguró en el marco de los Juegos Olímpicos de México ’68. El arquitecto al mando fue Félix Candela, quien una vez más empleó su innovador sistema del paraboloide hiperbólico y concreto armado. Luego de servir al deporte, el Palacio ha sido usado como recinto musical, aunque a muchos no les gusta la experiencia acústica en este lugar ya que la bóveda provoca que el sonido “rebote”. De ahí su apodo, el “Palacio de los Rebotes”.

Arena Ciudad de México

Capacidad: 22,300 personas

La Arena Ciudad de México es la anomalía en el sistema, por así decirlo. Se inauguró en 2012, siendo uno de los venues más jóvenes de la capital. Es probablemente el único foro, fuera del dominio de OCESA, que tiene la capacidad para organizar eventos de alto calibre. Es propiedad del empresario Ricardo Salinas Pliego, funciona a través de Superboletos, y sus instalaciones son de primer mundo. Quizás su mayor inconveniente es la ubicación, pues está “demasiado al norte” para algunos chilangos.

Auditorio Nacional

Capacidad: 10 mil personas

Desde su apertura en 1952, el Auditorio Nacional es sinónimo de distinción y honra, pues uno de los recintos más importantes no solo de la CDMX sino del país, a pesar de no ser el más grande. Al principio ni siquiera estaba planeado para ser una sala de conciertos, pues fue mandado a construir por el ex presidente Miguel Alemán para eventos ecuestres. A finales de la década de los ochenta fue remodelado, adquiriendo su monumental apariencia actual. Al año recibe a millón y medio de espectadores.

Pepsi Center WTC

Capacidad: 7,500 personas.

Este auditorio da complemento al complejo habitacional y comercial más grande de la ciudad, que conocemos como World Trade Center. Una gran pieza de arte ingenieril y arquitectura, ya que tuvo que pasar por diferentes intervenciones para la mejora de su suelo. Tiene una extensión de 14,000 metros y alberga distintos espacios flexibles que pueden utilizarse tanto para exposiciones como para eventos sociales y banquetes.   

Teatro Metropólitan

Capacidad: 3,165 personas.

Si de belleza y tradición hablamos, el Teatro Metropolitan, en el corazón del Centro Histórico, se lleva la corona. Originalmente fue un cine inaugurado durante los años 40 y que operó por varias décadas hasta los 90. Permaneció abandonado por algún tiempo hasta que fue rehabilitado y operado por OCESA. Es uno de los pocos ejemplos de art deco que se preservan en Ciudad de México y su fachada está inspirada en el Rockefeller Center y Radio City Music Hall. 

Bonus: Estadio Azteca

Capacidad: 83,264 personas.

El Coloso de Santa Úrsula, como lo apodan los locales, está reservado únicamente para la elite, en cuanto a música se refiere. El Estadio Azteca sigue siéndole fiel a su principio original, que es el de albergar encuentros deportivos. De vez en cuando se permite excepciones, solo si el nombre lo amerita. Con una capacidad para más de 80 mil personas, solo personajes como Michael Jackson o Bad Bunny pueden tocar aquí. Es obra de Pedro Ramírez Vázquez, y se construyó para obtener la Copa del Mundo de México 70.