No es la primera vez que se dice: todo en la vida de Lemmy Kilmister fue tan rápido, ruidoso y veloz, como lo fue legendario y épico. Sin embargo, esta sí es la primera vez que podemos asegurar que todo en la muerte de Lemmy fue del mismo tamaño que sus trayectoria.
Tal y como metal injection reporta, Riki Rachtman & Whitfield Crane quienes fueron amigos íntimos de Kilmister, fueron de los primeros en recibir un preciado regalo post-mortem: las cenizas del músico colocadas en una bala de oro.
“Antes de morir, Lemmy pidió que sus cenizas fueran repartidas entre balas para poder ser enviadas a sus familiares y amigos más cercanos. Hoy recibí la mía y me hizo llorar. Muchas gracias Mötorhead”.
Otras personas han recibido también las cenizas de Kilmister, pero de momento, no todas han tenido el lujo y privilegio de poder compartirlo en redes sociales como ha sido el caso de Riki Rachtman & Whitfield Crane.
Lemmy está siendo en muerte, exactamente como fue en vida: un maldito jefe hecho y derecho.