El piano de media cola Yamaha de Freddie Mercury se vendió por más de $2 millones de dólares, luego de que cientos de sus posesiones más personales fueran subastadas el miércoles (6 de septiembre) por la noche, en medio de críticas de algunos fanáticos y del propio Brian May.

El líder de Queen dejó su casa en Kensington, Garden Lodge, y sus poesiones a su amiga cercana Mary Austin. Más de 32 años después de su muerte, Austin está vendiendo el contenido a través de Sotheby’s y parte de las ganancias se destinará a organizaciones benéficas después de la venta de seis días.

El piano Yamaha de Freddie Mercury con el que compuso algunos de los mayores éxitos de Queen se vendió por £1.742.000 libras esterlinas (más de $2 millones de dólares) incluidos los costes, aunque se esperaba que alcanzara los $3 millones de libras esterlinas.

“El mismo piano en el que se compuso ‘Bohemian Rhapsody’. El instrumento”, entonó el subastador Oliver Barker cuando la oferta se detuvo después de alcanzar las siete cifras. Cuando el martillo de Barker finalmente cayó en los $2.2 millones de dólares en una oferta en línea, el piano había tardado seis minutos en venderse, apropiadamente la duración de “Bohemian Rhapsody” de Queen.

A diferencia del piano, muchos de los primeros artículos en oferta se vendieron a precios varias veces superiores a los del catálogo. Por ejemplo, un case Fabergé de 5 cm con un precio de lista de entre £6,000 y £8,000 libras, terminó vendiéndose por £95,250 libras esterlinas; una lámpara de mesa Tiffany por £60,960, seis veces su precio inicial; y un aparador de 1895 por £31,760 libras.

Más de 6 mil personas presenciaron cómo se desarrollaba la subasta en línea, y muchos expresaron su descontento ante el espectáculo de la subasta de las posesiones de Mercury al mejor postor.

Brian May, el guitarrista de Queen, es una de las muchas personas que no están de acuerdo con la venta de las posesiones de Freddie Mercury. En redes sociales, dejó en claro que no estaría mirando la subasta, diciendo:

Mañana… los efectos personales más íntimos de Freddie y los escritos que fueron parte de lo que compartimos durante tantos años, pasarán por el martillo, para ser entregados al mejor postor. Y dispersos para siempre. No puedo mirar. Para nosotros, sus amigos y familiares más cercanos, es muy triste”, Vía The Guardian.