Interstellar es una de las películas más impactantes estrenadas en las últimas décadas, que equilibra magistralmente el pesimismo poco halagador sobre el futuro de la Tierra con un optimismo inspirador sobre la capacidad del ingenio humano.

La película fue una maravilla visual que permitió al público vislumbrar algunos de los aspectos más misteriosos y sobrenaturales de nuestro universo físico. Aunque el largometraje vio a la humanidad llegar a los rincones más lejanos de la galaxia, su mayor fortaleza fue su narrativa emocional y orientada a la familia. Christopher Nolan y su hermano, Jonathan Nolan, coescribieron el guión basado en las obras e ideas del físico teórico Kip Thorne, creando un producto que incluía representaciones científicamente precisas de los viajes espaciales junto con las posibilidades ilimitadas de la imaginación artística.

Sin embargo, el final optimista de Interstellar no estaba en los planes iniciales. Tal y como vandal reporta, la primera idea de Jonathan Nolan sobre el final de la película, era muchísimo más sombría, aunque más sencilla, que la que decidieron seguir al final.

Originalmente, Nolan “hizo que el puente Einstien-Rosen [coloquialmente, un agujero de gusano] colapsara cuando Cooper intenta enviar los datos de regreso”. El director no amplió los detalles de lo que esto significa, pero las conclusiones que se derivan de esto son todas relativamente pesimistas.

Este final habría eliminado una parte importante de las secuencias finales de la película. No se vislumbraría a Cooper entrando en el agujero negro, ni las escenas del teseracto ni de los seres de quinta dimensión.

Obviamente esto no hubiera incluido la manipulación del tiempo en el dormitorio de Murph, ni el regreso triunfal para Cooper. En sí, el final era vacío, desesperanzador y obscuro: el agujero se cierra, la información no regresa; Cooper se queda atorado en la mitad de la nada y el mundo se acababa para todos.

Y aunque ese factor aterrador no era “malo”, la realidad es que no daba para más. Por eso decidieron cambiarlo y darle algo más triunfal que dejara una pregunta abierta: ¿Qué sucedió con la Doctora Brand?