No cabe duda de que la década de los 90 nos dejó unas de las mejores películas palomeras de todos los tiempos. Sin embargo, como cada década, un estilo en específico comenzó a sentirse tan repetitivo, que sobre todo en las películas de acción, la gente comenzó a aburrirse de siempre ver lo mismo.

Y Keanu Reeves los sabía, así que cuando fue casteado para Máxima Velocidad, una cierta sensación de pesar se apoderó de él, ya que sabía que tenía que “imitar” ciertos patrones de los clásicos súper héroes bravucones, reporta cinepremiere.

Al menos eso creía él, hasta que Joss Whedon, quien fue el guionista de soporte que contrató Jan de Bont para mejorar el guión de la película, se atrevió a escuchar al actor y entender u poco más sus preocupaciones y sus reacciones:

“Cuando Keanu decidió investigar cómo eran los verdaderos agentes de SWAT, descubrió que son personas humildes, educadas y muy pero muy respetuosas, así que en vez de ser el clásico héroe arrogante y musculoso que parece más villano que otra cosa, Reeves redefinió a los héroes de los 90 como grandes personajes”.

– Joss Whedon

Así, fue como Keanu creó una nueva clase de súper héroe noventero; uno más sobrio, uno más leal y uno más digno, no como los otros guerreros o soldados retirados que siempre solían presentar.

¿Y saben qué es lo mejor? Que eso salvó a la película, pues el estudio estaba indeciso de si hacer una película de este calibre, considerando lo cansada que estaba la gente de esta clase de “héroes”. Así que si algo, Keanu fue la razón por la que Máxima Velocidad existió.