Uno de los temas más populares de la década de los noventa, cantada en fiestas y bares por igual, es “Say It Ain’t So” de Weezer. Se trata del tercer sencillo del álbum debut de la banda californiana, y uno de los clásicos infaltables en sus sets en directo.

Escrita por el frontman Rivers Cuomo, surgió cuando ya tenía toda la música terminada y sólo una línea de letra: “Say it ain’t so”. Estaba destinada a convertirse en una de las canciones más queridas de Weezer. Rolling Stone incluso la clasificó en el puesto 72 de la lista “100 Mejores Canciones de Guitarra” en 2008.

SAY IT AIN'T SO - Weezer - LETRAS.COM

Finalmente, para la inspiración detrás de la letra, Cuomo hizo una conexión con un incidente en el instituto en el que llegó a casa y vio una botella de cerveza en el refrigerador. Creía que el matrimonio entre su madre y su padre había terminado porque su padre era alcohólico; y esto le hizo temer que el nuevo matrimonio entre su madre y su padrastro también terminara así. Al respecto, declaró:

“Es una historia tan complicada, demasiado compleja para escribir una canción. Nunca debí hacerlo. Tenía mucho miedo al alcohol en ese momento. No bebí hasta los 21 años, ni siquiera un sorbo. Estaba petrificado por el alcohol. ‘Say It Ain’t So’ fue cuando tenía 16 años. Abrí el refrigerador y vi una lata de cerveza. De repente hice la conexión de que mi padrastro se iba… porque mi padre empezó a beber cuando dejó a mi madre”.

El padre biológico de Cuomo, Frank, abandonó a la familia cuando él tenía cinco años y acabó estableciéndose en Alemania durante un tiempo como obispo en una iglesia pentecostal. Cuomo señala este hecho en el puente de la canción. Rivers vio a Frank en contadas ocasiones hasta la época en que se publicó “Say It Ain’t So”. Después, reanudaron su relación.

Años más tarde, Rivers disfrutaba viendo vídeos de los sermones de su padre, que a menudo incorporaban música (Frank era baterista profesional). Esto ayudó a Rivers a superar sus inseguridades en el escenario: nunca tuvo el aspecto de una estrella de rock y a veces sentía que no pertenecía al escenario; pero ver a su padre hacerlo le ayudó a darse cuenta de que tenía un don genético para la interpretación.