Iron Maiden

Iron Maiden

Por: Sergio Alvite

Muchos afirmaron que el metal estaba listo para cavar su tumba a inicio de los 90. Se suponía que  Nirvana, Pearl Jam y Soundgarden, entre otros, eran los responsables de su desaparición; por el contrario, sólo fueron los portadores de la estafeta que hasta la fecha entregan a distintas agrupaciones nuevas. Al mismo tiempo, algunos titanes del heavy se mantienen en pie como Iron Maiden, Judas Priest y de nuevo, los pioneros del género, Black Sabbath.

La distancia recorrida desde los 70 es extensa. En esa década, el sonido se consolidó con Led Zeppelin (por sólo mencionar a uno), para luego saltar a otra decena de años con una imagen glamorosa y otra más oscura y agresiva, como lo fue el thrash del que emergió Metallica, o algo más de culto como Celtic Frost.

La evolución, más no la desaparición del heavy metal, siguió su curso con White Zombie, luego pasó a algo más detonante a nivel comercial con Pantera. El símbolo metálico durante los 90 abrió camino al talento de Korn, banda que tuvo sus baches pero que hoy se mantiene vigente.

Para esa época, México ya comenzaba a recibir a este tipo de bandas en conciertos, pequeños o masivos, ya fuera en lugares improvisados como el Gimnasio Juan de la Barrera, la aguantadora Arena Adolfo López Mateos (inolvidable la primera visita de Sepultura), o recintos más grandes como el Palacio de los Deportes, que acogió a Metallica en cinco ocasiones y años más tarde, y a Ozzy Osbourne con Paradise Lost como abridores. En el presente hay más espacios para albergar este tipo de espectáculos, prueba de que se apuesta por traer a más bandas, aunque algunas de ellas no siempre garantizan una buena entrada.

Desde entonces la sequía se ha reducido y hoy tenemos más shows en nuestro país, lo cual denota el crecimiento del género y de sus nuevas propuestas. ¿Se imaginaban que algún día tendríamos tocando por acá a Black Sabbath… y con Megadeth?

El gusto por la vieja y nueva escuela del metal es más o menos amplio en un país que no es 100% rockero, ya no digamos “metalero” (se dice por ahí que el metal no vende, ¿será?).

Queensrÿche, institución del heavy progresivo que data de los 80, tuvo apenas su segunda presentación en México, luego de 13 años de haberlo hecho como invitado de Iron Maiden en su gira del momento.

Si hay cuatro grandes del thrash, también los hay en el death metal, y Cannibal Corpse es uno de sus pilares. Los de Nueva York, quienes están celebrando 25 años de carrera, volverán a presentarse en estos lares donde lo que más se alaba es el death, thrash y el power metal; de este último, los representantes brasileños de Angra mantienen la vela encendida con el show que darán en agosto en la ciudad de México. Fue en 1993 cuando lanzaron su álbum debut, Angels Cry, y desde ahí no han puesto freno.

Ghost

Ghost

Pero si de verdaderos monstruos del rock se trata, el 17 de septiembre próximo amerita una cita imperdible. Iron Maiden, ahora una deidad en el metal, regresa con lo que queda de Slayer tras la muerte de su guitarrista Jeff Hanneman y el despido de su baterista, Dave Lombardo. Los primeros han asumido el papel de veteranos, pero tampoco les ha significado vivir en el pasado. En los últimos siete años editaron dos discos de estudio, dos en vivo y una reedición de Maiden England ’88, motivo que los trae de vuelta.

A ellos se les une Ghost, cuyo heavy clásico lleno de perversa parafernalia psicodélica, es la prueba de un renacer mediático a gran escala para el género.

Para un excelente cierre de año, salvo que se anuncie a alguien que los supere, Black Sabbath se presentará con parte de su alineación original: Tony Iommi, Ozzy Osbourne y Geezer Butler, algo inédito en nuestro país. La banda que dice “no haber inventado el heavy metal” editó 13 (chéquense la reseña), su primer LP con Ozzy a la voz en más de 35 años, material que ni hace 20 hubiéramos pensado escuchar, no se diga verlos juntos de nuevo. ¿Es eso una prueba de que el metal está vivo y mejor que antes?

La respuesta no necesita descripción, es palpable en los grupos de alcurnia como Maiden, o en recientes como Asking Alexandria o Pierce the Veil, quienes promedian cinco años de carrera hasta ahora y están por presentarse en México, luego de haberse hecho un nombre en su país y en el mundo. No es casualidad que por aquí los conozcamos y algún promotor se haya animado a traerlos.

¿Kylesa, Mastodon, Baroness? Esas son las bandas que suenan para relevar a Iron Maiden o Judas Priest en poco más de una década y ser grandes, aunque en su propio medio, ya lo sean.