Nuestro cuarto es el lugar indicado para refugiarnos de todas las cosas horribles que ocurren fuera de el. Es nuestro santuario, nuestro lugar favorito y al que pocos tendrán el privilegio de conocerlo. Por lo tanto, siempre es buena idea que en tu refugio personal tengas algunos objetos que estimulen la mente.
Una lámpara de lava le dará todo el toque intelectual a tu cuarto.
Un cubo Rubik le dará estilo a tu espacio y solo las personas lo suficientemente inteligentes sabrán armarlos.
Póster de Einstein, cierto, un poco quemado, pero cualquier científico en tu pared es una victoria para el pensamiento crítico.
Tornamesa y vinilos porque solo la gente verdaderamente lista sabe que esta es la mejor manera de escuchar música.
Cámara vintage que puedes adquirir en cualquier mercado.
Prensa francesa para hacer el mejor café y acompañarlo con una buena lectura
Máquina de escribir porque estás chapado a la antigua y nada te produce más placer que escribir ahí.
Librero clavado a la pared porque después de todo los libros si importan. Pero más importante que los leas.
Escritorio especial que tenga compartimento para poner pinturas, lápices, lienzos y si se puede, tu laptop.
Fotos que hayas tomado pegadas a la pared para que demuestres tu dote artístico.