UBERINTERIOR

Ayer por la noche en la Ciudad de México se vivió otro vergonzoso episodio de esos que solamente pasan en este país. Una persona pidió un Uber a la puerta de su casa, se subió y de pronto un grupo de -presuntos- taxistas de sitio comenzaron a golpear el coche con bats. Ahora resulta que hasta para subirse a un coche hay que tener cuidado en este país. Y ahí no acaba la peor parte de la historia… Este hombre fue junto con el chofer de su unidad a declarar lo ocurrido para levantar una denuncia y tuvo que esperar más de 4 horas para ser atendido.

A Jessie J le puede dar un paro cardiaco si vuelve a cantar… Literal :O

Bien lo expuso Sergio Sarmiento en esta columna, al parecer la competencia es pecado en este país. En lugar de pensar en cómo brindar un mejor servicio o hacer que los usuarios sigan usando sus servicios, los taxistas de la ciudad hacen todo para desalentar el uso de Uber y similares. Otro día cualquiera en México.

Vía Sin Embargo.