Sabemos que eres un adicto al celular y lo peor que te podría pasar en tu existencia sería perderlo. Pero como todo en esta vida, pasamos por diferentes etapas para lidiar con una pérdida semejante, como el horror, la tristeza y la resignación.
En la era de la información, tu teléfono inteligente es tu vida: en él puedes checar los mails del trabajo, hablar con la persona que te gusta, tomar fotos y video, y escuchar música… ah, y obviamente hacer llamadas. Nada tan horrible como perder el celular, en verdad.
Estas son las 5 fases por las que uno pasa cuando pierdes tu teléfono.
Angustia
Pues sí, acabas de perder uno de los objetos más preciados en tu vida y estás preocupadísimo porque no sabes dónde lo dejaste. Prácticamente sientes que se te va a escapar el corazón y un par de órganos más por la boca. Pánico a secas.
La ira
“Pero qué tarado, ¿cómo pude olvidar mi celular en el taxi?” Nos enojamos por haber cometido semejante acto. La reacción general es que nos culpamos a nosotros mismos, pero no falta quién busca culpables, o hasta luego se inventa un malora que salió de la nada con una pistola. Admítelo, eres un torpe.
Tristeza
¿Cómo no estarlo? Tenías miles de fotos y canciones que nos recordaban los mejores momentos de la vida. Tenías los audios de una canción que estabas grabando. Tenías los archivos de la oficina, la presentación de la junta, tu agenda de reuniones. Y ya para qué pensar en los miles de pesos que te costó.
Más tristeza
Día 120, sigues sin creer que perdiste tu celular.
Resignación
Meh, al fin ya ni funcionaba bien. Tenía rayones, la pantalla touch ya no jalaba, y aquél modelo ya era obsoleto. “Hasta me hice un favor”, pensarás.
