Piñata Protest

Piñata Protest

El punk es un género que ha proliferado en muchas culturas a lo largo del mundo y no es de extrañarse. Su espíritu contestatario, rebelde y agresivo lo hace natural en cualquier ambiente injusto, represivo y controlador. Es por eso que en los rincones más marginales del planeta y en los países de primer mundo existe el punk, es natural de nuestra sociedad tener imperfecciones que generan descontento y que llevan a cierto sector de la población a protestar mediante la música.

Su variedad cultural ha dado muchos híbridos del género, en Rumania, el punk encontró su lugar al lado de la música gitana y surgió Gogol Bordello. Más tarde la banda llegaría a convertirse en un colectivo mundial con integrantes y sonidos de diferentes partes del planeta. Por otro lado Flogging Molly incorporó elementos de su ascendencia celta para cruzar el punk con los violines y bailes tradicionales.

La frontera entre México y Estados Unidos es un lugar ideal para las fusiones culturales. El constante intercambio entre mundos distintos se presta para extrañas y emocionantes combinaciones que nos muestran toda una gama de posibilidades. Era cuestión de tiempo antes de que el punk llegara a esa región para mezclarse y ahí es donde entra Piñata Protest.

Formados en el 2009 en San Antonio, Texas, Piñata Protest es una banda de punk que incorpora toda el imaginario de la cultura fronteriza, la herencia mexicana y los sonidos del tejano y norteño al punk, puro y crudo de Estados Unidos. Platicamos con Alvaro Del Norte, vocalista y líder de la banda, sobre cómo surgió su amor por el punk, las virtudes y problemas de vivir en la frontera y la primera banda de la escena punk-norteño (Piñata Protest).

Empezamos hablando sobre sus bandas predecesoras, mismas que habían logrado mezclar el punk con otros géneros, entre ellas Rancid y Flogging Molly.

En un principio no me inspiraron, de hecho no conocí a Flogging Molly hasta después de que empezamos la banda pero al descubrirlos fue increíble. Me dio confianza para seguir con lo que estaba haciendo y pensar que tal vez lo la banda podía funcionar. Lo mismo pasó con Rancid y la forma en la que incorporaban elementos de reggae y ska.

Alvaro, como muchos, no creció escuchando punk. Cuando era más joven era un gran fan del R&B y el pop del Top 40, pero en la adolescencia se enamoró del punk, hecho que cambió su vida por completo.

Estaba en la preparatoria y…era una escuela llena de cowboys, un día fui a una fiesta y normalmente sólo ponían música country, pero ese día alguien llevó sus discos, eran cosas de Ramones, Rage Against the Machine e ‘Insomniac’ de Green Day, que es el más pesado que tienen. Pusieron algunas canciones de esos discos y en ese momento cambió mi vida. La mejor forma de describirlo era que me sentía como si me hubiera metido cocaína por primera vez. Literalmente estaba saltando de un lado a otro, no podía detenerme.

Pasar de ser un entusiasta del pop a un amante del punk no es tarea fácil y para Alvaro fue doblemente difícil por su conservadora familia que siempre vio al punk y el rock como “música del diablo”.

Mi familia es muy conservadora y siempre vieron mal el rock & roll. Hasta me sentía mal de detenerme en la estaciones de rock cuando estaba escuchando el radio, decían que era música del diablo y entonces por eso sólo escuchaba R&B y pop. Conforme han pasado los años las cosas han cambiado y me apoyan más. Han ido a conciertos, ven lo mucho que nos esforzamos y que nos apasiona, pero todavía les molestan los tatuajes, los peinados locos y ver a la gente tomando.

Alvaro y el resto de la banda llevan una doble vida, de noche se dedican a ser una frenética banda de punk rock pero de día tienen trabajos normales que los ayudan a sobrellevar los gastos de la banda. El caso de Alvaro es muy peculiar porque tiene un trabajo totalmente opuesto al punk.

Te seré honesto y no se si deba decirlo, de hecho ahorita vengo llegando de mi trabajo…soy un oficial de libertad provisional para jóvenes. Durante el día los señalo y les digo que no fumen marihuana y que respeten las reglas, pero de noche hago completamente lo opuesto. En los conciertos digo que no sigan las reglas, que no escuchen a sus padres y que sean rebeldes (risas). A veces me siento extraño, a veces pienso que soy un hipócrita para las dos partes. Ya llevaba rato trabajando con jóvenes con problemas y llegó la oportunidad de ser oficial, lo vi como un reto y lo acepté.

Ahora Álvaro se siente orgullo de sus raíces, pero durante mucho tiempo no sentía ninguna atracción por la música y cultura de sus padres.

Cuando estaba en la universidad pasé por una fase de búsqueda personal, en la preparatoria no la pasé muy bien y sentí que no hice mucho. Entonces cuando llegué a la universidad decidí que iba a sacar lo máximo de esa experiencia y descubrir quién era. Eso incluía escuchar música que no había escuchando antes, la música de mis padres. Durante la misma época trabajé en una tienda en la que sólo ponían música norteña y después de un año me gustó.

Piñata Protest

Piñata Protest

Para Álvaro, el norteño y el punk funcionan tan bien juntos porque comparten muchos elementos y en el fondo hablan sobre lo mismo.

Creo que los dos géneros tienen más en común que cosas diferentes, ambos tratan sobre la vida diaria de las personas y hablan de amor, odio, familia, tomar, lucha, trabajo. Son géneros muy personales que cuentan historias, así que creo que son muy parecidos. Su estructura también es muy similar, son muy simples. El punk no tiene composiciones muy complicadas, son canciones de una o dos notas y si ves el norteño notarás lo mismo. Lo veo como música de la clase obrera.

Alvaro nació en México, para ser más exactos en Nuevo Laredo pero desde muy joven fue llevado a Estados Unidos por sus papás. Ha regresado un par de veces a su ciudad de origen, experiencia que en gran parte ha servido para entender sus propias raíces.

Hace mucho que no voy, iba seguido hasta que tenía como 16 años. Siempre me gustó ir, es un mundo muy distinto y siempre hay algo nuevo. No he podido regresar y se que las cosas no están muy bien en la ciudad en la que nací , lo cual me asusta un poco, pero me encanta ir. Aprecio mucho las historias de mi familia sobre cómo era crecer en México y poder ir y conocer a la gente de la que hablaban mis papás. Aunque también recuerdo que siempre que iba los otros chicos de mi edad me molestaban mucho por ser demasiado “americano” y eso nunca me gustó.

Alvaro nos contó que ese problema no sólo se presentó en México sino que también le tocó vivirlo en Estados Unidos, al estar en medio de dos gigantescas culturas le fue inevitable sentirse como un forastero.

Sí, lo he experimentado en los dos lados lo cuál me parece muy chistoso. Mi papá estaba en el ejército así que fui a muchas escuelas militares y en algunas me sentía demasiado mexicano, era raro. Una de las nuevas canciones del disco llamada “Life on the Border” habla precisamente de eso, de sentir que no pertenecía a ningún lado, mientras crecía experimenté ambos lados de la frontera. Me molestaban y se burlaban de mi por un lado por no ser suficientemente mexicano y del otro por no ser lo suficientemente “americano”.

A pesar de todo Alvaro ha logrado encontrar su lugar y sentirse cómodo con ambos aspectos de su herencia cultural.

“No estoy tan perdido como antes, ahora aprecio ser diferente, no soy tan diferente pero me gusta tener un pasado un poco distinto. Además ahora vivo en San Antonio y aquí todos son mezclas entonces encajó muy fácilmente.

Piñata Protest acaba de lanzar su segundo álbum de estudio El Valiente a través de Saustex Media/Cosmica Records y lo pueden comprar aquí.