Uno de los actos mexicanos que más actividad han tenido en este 2012 es sin duda Hello Seahorse!, quienes llegan al Festival Corona Capital 2012 con un disco nuevo bajo el brazo, además de un nuevo sonido y una actitud mucho más energética sobre el escenario. Hablamos con Denise, vocalista de la banda, quien nos platicó todo acerca de Arunima, los festivales en los que han tocado este año y su experiencia como musa de Alondra de la Parra y Zoé.

LifeBoxset: Este año ha sido muy intenso para Hello Seahorse!, fueron a Coachella, Vive Latino, estuvieron un rato en Sonic Ranch, fueron invitados al Fobiarama, están en la gira de Rockampeonato, estrenan disco… ¿Cómo llegan al Festival Corona Capital 2012? 

Denise: Es el resultado del trabajo que haces como banda y los distintos foros en los que te presentas, estuvo muy chido empezar el 2012 yendo en febrero a Panamá y Colombia, después salió Vive Latino y luego vino la invitación a Coachella. Una vez que empezaron a surgir varios festivales, nos dimos cuenta de que esa era nuestra tirada este año, estar presentes en festivales muy importantes. A través de la carrera de la banda nos hemos dado cuenta que nos sentimos mejor en festivales, en conciertos masivos; seguimos siendo parte de shows pequeños y nos gusta, pero es más interesante un festival, la energía que se genera es muy buena; siempre ha sido importante estar ahí, la pasamos muy bien. Nos llegó la propuesta de ser parte del Festival Corona Capital 2012 y ser de los pocos mexicanos del cartel, estamos muy contentos ya que a la vez que tocamos ahí, ese día sacamos el disco, el sábado 13. Estará en tiendas el 16 de octubre, el primer tiraje salió para el Festival Corona Capital 2012, es una muy buena plataforma.

LB. ¿Cómo fue todo el proceso de Arunima, desde el día cero en que decidieron hacer este nuevo álbum hasta el sábado 13 de octubre que se lanza en el festival?

D: El nacimiento de este disco tiene muchas historias distintas en cuanto a la raíz: por un lado yo hace varios años conocí a Camilo (Froideval) por otro amigo, trabajé con él un par de películas y proyectos, me pareció muy disciplinado y muy profesional, muy agradable y esa idea se me quedó ahí.

El 2011 nosotros como banda estuvimos un poco separados, al final del año tuvimos un último concierto en el Estado de México que nos marcó. Yo estuve de gira con Zoé y los demás tuvieron otros proyectos, después de este concierto decidimos volver a unir las manos y hacer canciones nuevas para que la banda se integrase de nuevo. Teníamos muchas historias que contar, nos dimos a la tarea de encontrar un lugar en el DF para cambiar de cuarto de ensayo y enfocarnos, lo hicimos en Mixcoac en enero. Nos preguntamos “¿Con quién trabajaríamos?” y yo puse en la mesa a Camilo, se los presenté y hubo una gran conexión entre todos, hubo una dinámica muy chida con Milo. De enero a marzo nos juntábamos diario en un horario de oficina a componer, luego llegaba Milo y le dábamos vueltas a las canciones. Fue un trabajo muy insistente de reproducción, nunca lo habíamos hecho antes. Para el Vive Latino decidimos sacar un pre sencillo, “Para Mí”, lo grabamos en Topetitud (estudio de los Molotov), después del Vive salió la idea de llevarnos a Milo a Coachella y no separarnos para que las ideas siguieran brotando. Nos lo llevamos a California y nos quedamos las dos semanas a trabajar. Armamos un estudio casero en el que se trabajaron las ideas para terminar e irnos a Sonic Ranch y estuvimos dos meses allá.

Fuimos muy afortunados en este disco, tuvimos muchos aliados y gente involucrada. Hace año y medio me llegó por Facebook una solicitud de un ingeniero de Sonic Ranch, “Voy a sondear” pensé, le pregunté a amigos que habían ido a “rancho”: “¿Oye conoces a un tal Manuel Calderón?” y todos lo conocían. Me escribió diciéndome: “Van a tocar en El Paso y quisiéramos que vinieran al rancho a visitar” y así fue, nos terminamos quedando cinco días; nos enamoramos del lugar, es mágico, la naturaleza en su punto más vivo. Grabamos un cover que hicimos de “Que nadie sepa mi sufrir”. Cuando llegó el momento pensamos: “Vale madre cómo le hagamos pero nos vamos a grabar ahí, lo queremos”. Fue una situación de banda en que el proyecto lo merece, tenemos muchos amigos y gente que nos apoya muchísimo, logramos que nos ayudaran a grabar el disco ahí. Además, Milo es como de casa, todo lo trabaja ahí, así que todas las piezas se juntaron.

LB: ¿De dónde surge y qué significa el nombre: Arunima?

D: Hace un tiempo yo vivía en Estados Unidos y quería recordar una temporada de mi vida, una época específica y me puse a pensar cómo puede ser la mejor manera de volver a un espacio o situación en un instante, pues con un aroma; te transporta al lugar específico. Busqué un perfume que fuera de esa temporada y llegué con una señora inglesa que hace perfumes artesanales, cuando me enseñó Arunima se me salieron las lágrimas. Luego entendí la palabra, es vieja, del sánscrito: resplandor del atardecer, muy bonito. Tomé es nombre para una canción y ya casi terminando de grabar en Sonic Ranch,  platicando con Bono (baterista) acerca del nombre, me dijo que había pensado en Arunima y yo también, de pronto nos sentamos con los demás y coincidió que ese podía ser un buen nombre. En Sonic dibujaba mucho y generé una especie de ojo; cuando trabajamos en el arte del disco con Hula Hula, les saqué mi cuaderno y Aldo dijo “Va, agarro ese símbolo y lo sintetizo”. Ese símbolo es Arunima.

LB: El sonido de Bestia era medio obscuro, con mucho sintetizador y una actitud jovial y fresca, un parteaguas en el sonido de la banda; después, Lejos no tan lejos vino con una atmósfera antigua, me recuerda un poco a los boleros o canciones de la época de oro del cine mexicano y a ustedes en vivo se les notaba más serios, contemplativos. Ahora con Arunima, ¿hacia dónde va el sonido de Hello Seahorse!? Hasta ahora sólo hemos podido escuchar “Para mi” y “La Flotadera”, muy diferentes entre sí pero que encuentran un hilo conductor, a mi parecer, en las percusiones y el ritmo upbeat.

D: Siempre reflejas mucho de cómo te sientes en el momento o en la situación en la que estás, a final de cuentas la música es tu manera de soltar emociones y experiencias, contar historias, todo lo que quieres canalizar para que exista en otra parte. El tener a Reez como quinto elemento en vivo tocando percusiones se nos ocurrió para que hubiera más ritmo y más movimiento. Tienes razón, Lejos no tan lejos es mucho más mexicano o al menos esa era la tirada, estábamos más involucrados con algún tipo de música nacional; creo que hoy en día estamos buscando que sea más energético, sin ser tan solemne ni brillante, sino como una explosión, eso es lo que buscamos en vivo. El disco parece que tiene muchos colores, aborda muchos emociones, yo sigo hablando de lo mismo; tocamos temas muy similares, los que vives diario: amor, amistad, tristeza, abandono, querer, etc., temas tan humanos que se repiten. Teniendo eso y sabiendo que ya ubico mi línea y hacia dónde me dirijo en cuestión musical, nos pusimos retos en vivo como tratar de que la gente sienta una explosión dentro, sí, de pronto me aloco, pienso en cómo hacer para que sientan la explosión, me muevo, etc. Uso herramientas que he aprendido y que ahora tomo en el acto en vivo. Llegamos a un punto en el que descubrimos que los shows en vivo son muy energéticos y la pasábamos muy bien. Cada disco representa cierta temporada, aunque son atemporales, pasa mucho tiempo desde que lo compones y grabas hasta que sale físicamente.

LB: Entre Lejos no tan lejos y Arunima pasaron cerca de dos años en los que tú fuiste parte de las musas de Alondra de la Parra y estuviste de gira con el unplugged de Zoé. Estas experiencias influyeron en tu manera de interpretar/escribir las canciones de Arunima?

D: En la parte de interpretación sí, yo soy mi peor crítico sin duda, en un punto me di cuenta que probablemente quería experimentar más en mi canto y que fuera mucho más expresivo. Admiro a muchísimos cantantes y a veces me fijo más en su versatilidad y su rendimiento en el canto, qué es todo lo que pueden hacer, me enamoro de la forma de expresar la palabras. Me di a la tarea de expresar mi canto. A parte de todo, los dos proyectos se trataron de interpretar canciones de otros personajes, me tuve que meter dentro de cada canción para poder interpretarlas como se debe, me aportaron muchísimo. Estoy muy agradecida con todos los proyectos con que me involucré, aprendí mucho, con Zoé a aguantar (risas), toque y toque y toque, de cuatro a cinco conciertos por semana; con Alondra de la Parra fue un aspecto bien distinto, situaciones que sin duda influyen y te marcan y te hacen mejor persona. Amaneces de manera distinta, con una sabiduría diferente. Probablemente se vea en el nuevo trabajo de la banda, sé que todos han tenido muchas experiencias a lo largo del año que aportaron muchísimo a Arunima.