Has convivido con tu mamá desde que naciste, seas hombre o mujer es más probable que te parezcas a ella (o que busques a una pareja como ella) y pues tarde o temprano, te agrade o no, terminarás siendo como ella. Sus expresiones, la forma de hacer las cosas, hasta ciertas maneras de pensar, terminarán por formar parte de tu personalidad y verás que muchas personas te lo van a hacer notar.
BBBB
Señales de que te estás convirtiendo en tu mamá
1. Ya no comprendes la tecnología como los más morritos. Los de tu generación sí, pero nuevas redes sociales o funciones de tu teléfono comienzan a ser un poco más complicadas para ti.
2. Te preocupas porque tus amigos coman. Si van a tu casa o sales con ellos, debes saber si tienen el estómago lleno, de lo contrario los obligas a comer.
3. Has dejado de reconocer a los nuevos “músicos”. Ya no reconoces la música que ponen en fiestas, radio y demás. Además de que comparas tu música con la más nueva, diciendo que la de tus tiempos es mil veces mejor.
4. Odias los lugares donde hay muchos estudiantes. Porque tener que aguantar su relajo y su actitud adolescente se ha convertido en algo molesto para ti.
5. Haces la misma cara enojada que ella. Esa mirada de muérete que sólo tu mamá pudo haberte heredado.
6. Las frases que tu mamá dice se han convertido en las tuyas. Cuando menos lo piensas, ya han salido de tu boca… de miedo.
7. Tienes un gusto culposo por sus canciones favoritas. Al sonar por la radio, tu mamá se emociona y tú, silenciosamente también.
8. Hasta tu risa es muy parecida. Has escuchado a personas decir “Creí que era tu mamá quien se estaba riendo”.
9. Estás desarrollando un fuerte crush por los tuppers. Porque sirven para guardar todo tipo de cosas, hay de diversos colores y demás.
10. Cargas todo en tu bolsa y/o mochila. Traes kleenex, cargadores extra y hasta un poco de medicina por si se ofrece.