Los mejores días de tu vida ya han terminado. Ya no eres el de antes, ahora te cansas más rápido que cuando eras un total adolescente, además ya prefieres descansar que salir todos los días a enfiestar. Las señales son claras y, si llegas a identificarte con varias, tememos decirte que ya viviste los mejores días que tu vida podrá ofrecerte.
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Señales de que ya viviste los mejores días de tu vida
1. Los viernes son sinónimo de dormir. Antes esperabas con ansias la llegada del viernes para hacer tu relajo hasta el domingo y, como sin nada podías iniciar tu semana. Ahora, sólo quieres llegar a ver una película en casa y descansar.
2. Las fiestas te parecen terribles. Para ti es mejor ir a comer con tus amigos o a cenar que ir a una fiesta donde todo el mundo saca lo peor de su ser. No entiendes a las personas que siguen haciendo fiestas.
3. Jamás volverías a pisar un antro. Ese lugar escandaloso, donde el alcohol es demasiado caro, se ha quedado en el olvido y si alguien llegara a invitarte, te negarías. Es imposible que recuerdes el por qué llegaste a ir a uno en su momento.
4. Para ir a un concierto el grupo te debe encantar. Los mejores días de tu vida musical han pasado. Ya no eres el que se avienta al slam ni mucho menos aguantas ver a una banda que no conoces. Sólo vas si quien toca, es alguien que realmente amas.
5. Cuidas tu alimentación exageradamente. No tanto para bajar de peso ni para sentirte parte de la moda orgánica. Si te comes una pizza entera, al día siguiente sufres de tu estómago, el cual, ahora es muy sensible.
6. Tus amigos se comprometen. Las publicaciones en sus Facebook, están repletos de próximas bodas y hasta hijos. ni siquiera tienen tiempo de salir contigo como lo hacían antes.
7. Sólo hablas de los mejores días de tu vida. Las salidas con tus amigos se vuelven una plática llena de recuerdos. Hasta llegan a compararse con los nuevos adolescentes, viéndolos como seres inferiores a lo que ustedes eran.
8. La cruda te pega el triple. Cuando te pasas de alcoholes, terminas arrepintiendo y satanizando a esas bebidas del mal. Te repites que nunca lo volverás a hacer, por supuesto nunca lo cumples.
9. Quieres descansar de la computadora. Antes podías pasar horas en la computadora, ahora le huyes, porque ésta significa trabajo y tus ojos ya no pueden más. Ah, por cierto, usas lentes probablemente por culpa de ese malvado ordenador.
