Las personas intensas pueden llegar a ser verdaderamente molestas. No miden lo que dicen o hacen, creen que sólo ellas pueden tener la razón y no son nada abiertas a las opiniones de los demás. Ni los melancólicos, ni los distraídos ni otros tipos de gente, son tan pesadas como las personas intensas. ¿No lo crees? Aquí las razones del por qué son de lo peor.
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Razones por las cuales las personas intensas son lo peor
1. Se toman todo muy en serio. Absolutamente todo lo que les pasa, las personas intensas se lo toman demasiado en serio. Se toman todo personal, aunque nadie les haga caso. Pueden llegar a obsesioarse con algún acontecimiento durante años.
2. Explotan ante cualquier provocación. Lo peor de las personas intensas es cuando se enojan. Aunque sea un problema muy bobo, pueden molestarse tanto que llegan a ser extremadamente groseras. Ponen a temblar a todos los que las rodean.
3. Siempre quieren tener la razón. Nunca conocerás a alguien más necio que los intensos. Son tan cerrados que no existe otra verdad que no sea la suya. Pueden pasar horas discutiendo con tal de defender sus razones.
4. Son demasiado competitivas. Parece que no disfrutan nada, porque se enajenan con todo y quieren ser el 1er lugar. Pero esto no queda ahí, ya que se burlan de las personas que perdieron.
5. Buscan controlar a todos. Aman el poder, por lo que intentarán manejar a quien sea a su antojo. Todos temen su enojo eterno, por lo que prefieren hacer lo que éstas digan.
6. Expertas en ser orgullosas. Quien haga enojar a una persona intensa, no sólo debe aguantar su terrible carácter, además deberá pedirle disculpas. Son demasiado orgullosas.
7. Quieren programar cualquier actividad. Como si fuera una agenda, quieren controlar hasta el tiempo que tomará comer o ir al museo. Nadie querrá salir con un tipo de persona así.
8. Pueden ser berrinchudas. Sumándole al enojo, el orgullo y, los demás defectos de las personas intensas, se encuentra el berrinche que pueden armar. Los niños pequeños se quedan cortos con este tipo de personas.
