Tener dudas acerca de nosotros mismos, tener falta de confianza o motivación. Todo esto hace que nosotros nos convirtamos en nuestro propio enemigo número uno. Por suerte, hay solución para todos estos demonios, empezar a ser concientes de los fantasmas que cargamos y entenderlos. Aquí les dejamos una lista de las veces que tu eres tu peor enemigo.

1.- Te haces muchas expectativas y esperas lo mejor de todo.

Si bien es bueno que tengas metas altas y siempre saques lo mejor de cualquier situación, si vas por la vida esperándolo todo y teniendo expectativas, lo más seguro es que salgas lastimado y decepcionado. Esto es mucho más peligroso cuando tienes expectativas altas de cosas que no controlas.

2.- No aprecias las cosas pequeñas de la vida.

La vida es corta y debemos de vivirla al máximo, pero eso no es excusa para querer comernos el mundo en dos días y tener todo lo que creemos que es importante. Sabemos que quieres un carro, una casa. un trabajo que te haga millonario, una esposa o un esposo increíble y eso está bien, pero mientras logras obtener todo eso, que no se te olvide agradecer todo lo que tienes ahora mismo junto a ti.

3.- Tomas todo por garantizado.

Es algo similar a lo que leímos arriba. ¿Has escuchado cuando las personas dicen que hay niños en África que no tienen que comer? Bueno, siempre estamos viendo lo que los demás no tienen pero no nos ponemos a pensar en lo que nosotros tenemos y agradecer diario por tenerlo, no solo un día al año. Un día podemos tenerlo todo, y al otro nuestra vida da vueltas.

4.- Eres tu peor crítico.

Muchas personas se flagelan cuando cometen un error o se castigan cuando algo no les sale como debería. Es bueno ser el juez de uno mismo, pero no rebasar los límites. Cuando estamos constantemente criticándonos y encontrando detalles en nosotros mismos, solo nos estamos haciendo daño en vez de ayudarnos a ser mejores. Reconoce todo lo bueno que haces y lo que has logrado.

5.- Analizas las cosas demasiado.

Siempre estamos pensando en todo. Vivimos preocupados por el pasado y estresados por el futuro y es un circulo que nunca termina. Haciendo esto solo estamos haciendo nuestra vida 5 veces más complicada de lo que es. No es bueno que centres toda tu atención en lo que pasa y lo que no pasa. Disfruta la vida, vive el presente.

6.- Siempre te vas por el camino fácil.

Si la vida te da limones, ¿por qué hacer limonada cuando puedes comprarla? Hay veces que la vida nos presenta con las opciones fáciles que a veces son necesarias, pero esto nos quita el sentimiento de satisfacción de haber logrado algo. Trabajar duro por algo le da un significado aún mayor.

7.- Asumes todas las cosas.

Hay veces que nuestro cerebro quiere llegar a sus propias conclusiones y llenar esos espacios vacíos de cualquier forma, dando como resultado respuestas que están basadas en bases que no son ciertas. No asumas las cosas que te pasan, es mejor preguntar antes de afirmar algo que no sabes.

8.- Dudas de ti mismo.

Si no logras algo que te habías propuesto, entonces empiezas a dudar de ti mismo. Cuando empiezas a dudar de ti mismo, es entonces cuando evitas progresar cada vez más. Hay una diferencia entre no tener tus expectativas en alto y tener dudas en ti mismo. Las dudas hacen que te niegues tu potencial. Confía en ti y en tu trabajo. Lo haces bien.