La unión de música y cine siempre ha sido importante, me atrevo a decir que indispensable. Aún cuando pensamos en las películas de cine silente (comunmente llamado cine mudo), encontramos piezas de piano que acompañan las aventuras de Chaplin o de Groucho Marx. En tiempos en que la tecnología nos permite hacer películas como Avatar o Lord of the Rings, súper producciones llenas de efectos especiales, llega un filme futurista sobre la destrucción del Planeta Tierra y el fin de la raza humana, Oblivion. Estelarizada por Tom Cruise (uno de los héroes norteamericanos por excelencia) y Morgan Freeman, dirigida por Joseph Kosinski (responsable por Tron: Legacy) y con música de Anthony Gonzalez y Joseph Trapanese.

Para quienes no recuerden o no les suene familiar el nombre de Anthony Gonzalez, es la mente responsable del grupo francés M83. Aquellos que nos entregaron en 2011 uno de los álbumes más ambiciosos y mejor logrados de estos tiempos (Hurry Up, We’re Dreaming). Una obra conceptual en la que Gonzalez expresa sus inquietudes acerca de la ciencia ficción y el futuro (basta ver la serie de videos que lanzaron apoyando a los sencillos para darse cuenta de eso). En esta ocasión, Gonzalez pudo llevar sus deseos más allá, musicalizando una obra de dos horas de duración en la que se encargó de crear las notas que nos erizarán la piel cuando la nave espacial esté a punto de estrellarse contra la roca o cuando nuestro héroe tenga una epifanía y se dé cuenta de que tiene que salvarnos a todos.

Hacer la música para una película no es algo sencillo, alguna vez platiqué sobre asunto con los chicos de Austin TV, quienes hicieron el score del filme Más que a nada en el mundo, y decían que es más complicado que crear material propio desde cero, porque tienes que entrar en sintonía con el director y el guionista, ser muy preciso en los tiempos y la duración de las piezas, etc. Para Oblivion, Gonzalez no estuvo solo. Colaboró con el músico Joseph Trapanese, (quien también trabajó con Daft Punk en la realización de la música para Tron: Legacy). Ambos músicos compusieron 17 temas en los que abunda la instrumentación clásica como cuerdas, alientos y  percusión. El toque M83 se hace presente con sintetizadores, glitches y en el halo futurista que tiene cada uno de los temas. Quizá donde es más obvio es el track final, para el cual contaron con la participción de Susanne Sundfør en las vocales,ya que esta canción (“Oblivion”) es la canción más pop (por estructura, no por género) del álbum.

El sondtrack de Oblivion va increíblemente de la mano con el filme. Aún cuando no he visto la película, puedo imaginar perfecto las escenas en mi cabeza gracias a los momentos de climax y de calma que Anthony Gonzalez y Joseph Trapase crearon. Es música apocalíptica, seductora y que te atrapa desde el primer momento. Para captar y percibir los pequeños detalles de cada tema yo recomiendo escucharlo sin prisa en audífonos o en unas bocinas potentes.