Con la llegada del MP3, la manera en la que consumimos música cambio para siempre. Este formato marcó el inicio de una nueva era para la industria musical y abrió paso a nuevos modelos de negocio (léase iTunes, Spotify, etcétera).

Pero bueno, ¿qué es el MP3, en realidad? En resumen, es un archivo de música comprimida. Y cuando algo es comprimido, al reducir su tamaño, pues se generan algunas pérdidas. Lógico.

Este cover perdido a Nirvana te va a sacar una lagrimita

Lo que pasa con el MP3, es que estas pérdidas son casi imposibles de percibir, algo muy conveniente para que este formato pueda ser exitoso en el mundo comercial. Incluso, los oídos más exigentes necesitan de un equipo de sonido súper avanzado para detectar las pérdidas de una archivo MP3, contra una canción en formato análogo (digamos, el de un vinilo).

Hoy, no necesitas de tener un súper oído para escuchar todo lo que un MP3 deja atrás. Abajo te compartimos un experimento de Ryan McGuire, estudiante de doctorado de la Universidad de Virginia, el cual muestra cómo funciona el algoritmo de un MP3, y cómo va dejando atrás parte de los sonidos de una canción, justo para convertirse en un formato de música muy pequeño, tan pequeño que puede caber miles de veces en nuestros bolsillos.

Vía ToneDeaf.