Sin lugar a dudas, la historia del rock mexicano -e hispanoparlante- no sería correctamente contada si entre sus memorias no se menciona a Caifanes.

Formados en 1987 en la incipiente escena del rock alternativo capitalino, Caifanes fue un parteaguas decisivo para el género y el movimiento del Rock En Tu Idioma, ya que se enfrentaron ante el feroz dominio del pop global, ganando reconocimiento y exposición. Es por esto que la sola existencia del quinteto continúa siendo tan relevante: le abrieron la puerta al resto de proyectos para que pasaran por el mismo sendero.

La formación original estaba compuesta por Saúl Hernández (voz y guitarra), Sabo Romo (bajo), Alfonso André (batería) y Diego Herrera (teclados y saxofón). El guitarrista argentino, Alejandro Marcovich, habría de incorporarse en 1989. Como algunos sabrán, la antesala de Caifanes fue Las Insólitas Imágenes de Aurora, la banda anterior de Saúl, Alfonso y Alejandro, y que colocó los cimientos de la que más tarde sería la agrupación de rock más famosa de México. Tomaron su nombre de la deformación que sufrió la frase “me cae fine” acuñada por los pachucos, y la hicieron propia.

Citando como influencias a King Crimson y The Cure; Caifanes supo adaptar como nadie el new wave y el prog rock británico de la época, inyectando su propia visión de la música regional mexicana (desde cumbia hasta mariachi), configurando el estilo inconfundible que habría de definir a Caifanes para la posteridad.

Tras la salida de Sabo y Diego en 1993, Caifanes se convirtió en un trío y lograron editar un disco más. Sin embargo, las marcadas diferencias entre Saúl y Marcovich (en un reportaje de MTV Latinoamérica, Saúl le pregunta a Alejandro “¿Qué tenemos en común?” y éste responde sarcásticamente “¿El número de cromosomas?”) llevarían a Caifanes a una ruptura de 16 años, que culminó en 2011.

Tras un cuarto de siglo -y nuevamente sin la presencia de MarcovichCaifanes lanzó el sencillo “Heridos”, que abría la posibilidad de un nuevo material discográfico, sin que aún hoy tengamos noticias sólidas al respecto.

Todos los discos de Caifanes ordenados del peor al mejor.

4. Caifanes (1988)

El debut homónimo de Caifanes (a veces nombrado también Mátenme porque me muero, Volumen 1 o Disco negro), salió a la venta en agosto de 1988 y el sencillo “Mátenme porque me muero” fue su primer éxito, seguido por “Viento” y “La Negra Tomasa”, una mexicanísima versión de la cumbia escrita por el músico cubano Guillermo Rodríguez Fiffe.

El disco mostraba claras influencias de The Cure y del resto del movimiento dark de los ochenta. Gustavo Cerati participó como músico invitado en la grabación del álbum tocando la guitarra en “La bestia humana”.

Este álbum fue precedido por un EP con tres canciones producido con la intención de probar la aceptación del grupo entre la posible audiencia; el resultado fue la venta de más de 300 mil copias y, por lo tanto, la grabación de su primer LP.

3. Caifanes, Vol. 2: El Diablito (1990)

‘Volumen II’ también goza de un mote popular: El Diablito. Para este momento, Marcovich ya se había incorporado al conjunto, y su injerencia es evidente en la evolución musical de Caifanes.

El Diablito incluye la épica “La Célula que Explota”, que fue el primer ejemplo claro de cómo Caifanes estaba integrando con maestría las bases globales del rock con música mexicana, y que más tarde se convertiría en su sello característico.

Número 18 entre los 250 Mejores Álbumes de la historia del Rock Iberoamericano (según la revista Alborde), El Diablito fue presentado en sociedad en el ahora extinto Teatro Blanquita.

2. El Nervio del Volcán (1994)

En 1994, Caifanes quedó reducido a un trío conformado por Saúl, Alfonso y Alejandro, acompañados de Federico Fong (bajo) y Yann Zaragoza (teclados). Juntos le dieron forma a ‘El Nervio del Volcán’, el último trabajo discográfico de la banda hasta el día de hoy.

“Afuera”, “Miedo”, “Aquí no es así” y “Ayer me dijo un ave” fueron elegidos como sencillos, y la aún arrasadora popularidad del conjunto los llevó a protagonizar una sesión para MTV Latinoamérica; además de abrir el concierto de los Rolling Stones en el ex D.F.

Forma parte de la lista de los 100 discos que debes tener antes del fin del mundo, publicada en 2012 por Sony Music.​

1. El Silencio (1992)

Por muchos considerado como la ópera prima de Caifanes.

Editado en 1992, ‘El Silencio’ fue producido por Adrián Belew (King Crimson), e incluye gran parte del repertorio clásico de Caifanes, como “No dejes que…”, “Miércoles de Ceniza”, “Nubes” y “Nos vamos juntos”. Alcanzó el millón de copias vendidas.

Para entonces Caifanes alcanza el estatus de leyenda, y su innegable popularidad en México, Centro y Sudamérica, así como con la comunidad hispana en los Estados Unidos; los llevaron a abarrotar el Hollywood Palladium de Los Ángeles, y un año más tarde, repetirían hazaña pero en el Palacio de los Deportes, algo que ningún otro grupo de rock mexicano había logrado hasta ese momento.

Con el recital en el Palacio Sabo Romo se despidió de la agrupación. Diego Herrera le seguiría poco después, al concluir esa gira.