J Balvin acaba de pegar durísimo contra la inmisericorde capitalización de la violencia estructural. Aquella que hace glamourosos a los narcotraficantes y vanagloria figuras como la de Pablo Escobar. El reggaetonero de Medellín compartió en su cuenta de Instagram una foto que data de 1993: Andrés Felipe Pinto, de dos años de edad es rescatado de entre los escombros de en la calle 93 de Bogotá.
Desde la cúspide de la industria, J Balvin podría estar diciendo lo que él quisiera. Chido que esté usando su poder para amplificar un mensaje como este. ¿Por qué es importante que hable de esto? Desde sus orígenes el reggaetón le ha dado voz a los sin voz, pero sin duda nunca se ha tratado de perpetuar esquemas genocidas. De las calles del Medallo de Escobar salieron J Balvin y sus amigos, conocen y saben que ese dolor es indecible. Bravo, J Balvin, y gracias por darte cuenta que tu talento es más grande que la tragedia de tus paisas.