Es hora de que te sientas viejo, porque ya han pasado exactamente 11 años desde que Arctic Monkeys lanzó ‘Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not’, uno de los mejores álbumes debut de la historia, siendo increíblemente aclamado por la crítica. No fue solo un disco, o el lanzamiento de una banda, sino que marcó parte de la historia de la música, cosa que pocas bandas han logrado en toda su trayectoria, y Arctic Monkeys lo hizo desde el primer momento en que lanzó su primer sencillo ‘I Bet That You Look Good On The Dancefloor’. Desde ese punto, la banda ha sido una máquina imparable de éxitos que no tiene planes de detenerse.
Este es el legado que ha dejado el debut de Arctic Monkeys en la música hasta el momento.
Es considerado como uno de los mejores discos de la historia de la música. Medios como Rolling Stone y NME incluyen este álbum debut como uno de los mejores, y fue nombrado el mejor disco del 2006.
Marcaron la siguiente etapa en la música inglesa. Reino Unido es conocido por ser uno de los mayores exportadores de música del mundo, pero hablando específicamente después de la extinción del brit-pop, Arctic Monkeys revivieron la flama del rock que parecía estarse extinguiendo en el rock comercial.
El mundo vio la genialidad de Alex Turner por primera vez. ¿Quién hubiera pensado que ese chico de 20 años de la pequeña ciudad de Sheffield fuera a cambiar el rumbo de la música? Con una cara de niño que cambiaba cuando se paraba frente a un micrófono.
Ha sido uno de los debuts más exitosos que ha tenido una banda en la historia. Debido al éxito de su primer sencillo, ‘I Bet You Look Good On The Dancefloor’, el disco se filtró desde diciembre del año anterior y la disquera se vio obligada a lanzarlo antes de lo previsto, y hasta el momento sigue siendo el disco debut más vendido de la historia.
La música nunca será la misma después de Arctic Monkeys, y en 11 años han llegado a encabezar festivales e inspirar nuevas bandas emergentes. Y sí, hemos sido testigos de una parte muy importante de la historia, aunque a veces no nos demos cuenta.
