Pink FloydThe Division Bell (EMI, 1994)

Seamos honestos. ¿Cómo puede existir un álbum de Pink Floyd sin Roger Waters en la alineación? Durante 15 años, la banda inglesa fue la referencia número uno del rock progresivo, psicodélico, bien pensado y que pasaría a la inmortalidad. Pink Floyd vive en obras majestuosas como Animals, Dark Side of the Moon, The Wall o todo su catálogo publicado antes de 1980. La música en The Division Bell es tan aburrida como si viniera de una banda de rock para el adulto contemporáneo que no necesita estructuras complicadas, sólo melodías fáciles de digerir que no trasciendan más allá. Por supuesto, este disco marcó el final definitivo de la banda.