Freddie Mercury, el icónico líder de Queen, es recordado por su extraordinaria voz y sus inolvidables composiciones. Entre ellas, “Bohemian Rhapsody” se destaca como una de las más emblemáticas. Sin embargo, Mercury consideraba que otra de sus obras, “Somebody to Love”, era superior. Según revelaciones de Peter Hince, autor de Queen Uncovered, Mercury sentía que “Somebody to Love” era una mejor pieza de composición.

“Somebody to Love” es una poderosa balada que combina elementos de rock con un coro gospel, reflejando la admiración de Mercury por Aretha Franklin. La canción, lanzada en 1976 como parte del álbum A Day at the Races, desafía el talento vocal con su complejidad y emotividad. Mercury, con su habilidad para entrelazar el drama y la pasión en sus letras, creó una obra que resonaba con su búsqueda personal de amor y compañía.

Mercury a menudo expresaba su preferencia por la composición sobre las letras, pero en “Somebody to Love” encontró un equilibrio perfecto entre ambas. La canción, con su llamado apasionado a un amor perdido y su súplica a Dios por respuestas, se convirtió en un himno para aquellos que buscan sentido y conexión en un mundo a menudo solitario.

La influencia de “Somebody to Love” se extiende más allá de su lanzamiento original. Ha sido versionada y reinterpretada por numerosos artistas, y su impacto en la cultura musical es innegable. La canción sigue siendo una de las más queridas y respetadas del repertorio de Queen, y su legado continúa inspirando a nuevas generaciones de músicos y fanáticos.

A pesar de la popularidad de “Bohemian Rhapsody”, es fascinante descubrir que para Freddie Mercury, “Somebody to Love” ocupaba un lugar aún más especial en su corazón. Esta revelación nos invita a explorar la profundidad y el arte detrás de la música de Queen, recordándonos que incluso las leyendas tienen sus propias preferencias y afectos.