En el cómic ‘Avengers: Crepúsculo nº 1’, se introduce a “James Stark”, el hijo de “Iron Man”, en una nueva miniserie ambientada en un futuro cercano. La trama se desarrolla después de los eventos devastadores del “Día del Héroe”, un ataque de “Ultrón” que resultó en la disolución de los Vengadores, generando desconfianza pública hacia los héroes.

Decadas después, “James Stark”, hijo de “Tony Stark” y “Janet Van Dyne (Avispa”), reniega del legado de los Vengadores. A pesar de ser un exitoso inventor, también lleva el nombre de otro héroe, James “Rhodey” Rhodes, alias “Máquina de Guerra”. Tras quedar huérfano en el “Día del Héroe”, fue criado por “Edwin Jarvis” y su hermano “Kyle”, el actual ayudante de campo de “James”.

James Stark trabaja como contratista de armamento para el gobierno, responsable de la tecnología de los Nuevos Vengadores, un equipo que ha tomado el relevo de los originales y que, aparentemente, está involucrado en crímenes de guerra secretos. Aunque ayuda al ejército, aún no utiliza la armadura de Iron Man, algo que cambiará en los próximos números.

Sin embargo, en ‘Vengadores: Crepúsculo’, se revela que James Stark no honra el legado de sus padres ni el de los Vengadores. Colabora con SHIELD en su movimiento hacia el autoritarismo y, relacionado con la comunidad de inteligencia, menosprecia al “Capitán América” en televisión en directo por solicitud del FBI. Aparentemente, hereda las peores cualidades de sus padres: desprecio hacia los héroes anteriores y la búsqueda de reconocimiento público.

“Steve Rogers”, el “”Capitán América, señala que “James” parece empeñado en oscurecer el legado de los Vengadores para ocultar su vacío interior en comparación con su padre. A pesar de todo, el “Capitán América” sugiere que James aún tiene la oportunidad de cambiar y encontrar un propósito más heroico en su vida.