Una demanda presentada en la Corte Suprema de Nueva York acusa a Axl Rose, líder de Guns N’ Roses, de agresión sexual hacia una exmodelo hace 30 años. Sheila Kennedy, quien fuera modelo de Penthouse, afirma que Rose la agredió en su habitación de hotel en Nueva York en 1989, cuando ella tenía alrededor de 26 años y él 27.

Según la demanda (vía Rolling Stone), Kennedy conoció a Rose por primera vez en un club nocturno, donde él la invitó a su habitación de hotel para una fiesta, pero excluyó a su amiga por considerar que “no era lo suficientemente sexy”. A pesar de disculparse con su amiga, Kennedy regresó a la habitación de Rose acompañada por el futuro presentador de MTV, Riki Rachtman.

Según la demanda, una vez en la habitación, Rose ofreció cocaína y alcohol a los presentes. Cuando Kennedy fue al baño, Rose supuestamente se posicionó fuera de la puerta; al salir, la habría empujado contra la pared y besado sin su consentimiento.

Aunque Kennedy expresó cierto interés en Rose, la demanda sostiene que ella no dio consentimiento para un encuentro violento posterior esa misma noche. La exmodelo afirmó haber abandonado la habitación cuando Rose empezó a tener relaciones sexuales con otra mujer de manera agresiva, causándole incomodidad.

Kennedy sostiene que, al escuchar ruidos desde fuera de la habitación, abandonó el lugar y escuchó a Rose discutiendo con la otra mujer. Más tarde, según la demanda, Rose la habría empujado al suelo, provocando que ella sangrara, y luego la arrastró hasta una habitación, donde presuntamente la sometió sexualmente, atándole las manos.

La demanda acusa a Rose de tratar a Kennedy como una propiedad para su placer sexual, alegando que ella se sintió dominada y que no otorgó consentimiento para tales actos.

El abogado de Rose, Alan Gutman, ha negado rotundamente estas acusaciones, afirmando (vía TMZ) que el incidente nunca tuvo lugar. A pesar de no negar la posibilidad de un encuentro casual con una fan, Gutman sostiene que Rose no recuerda haber conocido o hablado con Kennedy y que estas acusaciones son falsas.

Kennedy afirma haber sufrido síntomas similares al trastorno de estrés postraumático después del presunto incidente y ha enfrentado ansiedad y depresión, lo que afectó su carrera. Solicita una indemnización por daños y perjuicios no especificados por agresión, angustia emocional intencional y violencia de género al tribunal.