Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Berkeley en California, ha logrado un avance notable al utilizar inteligencia artificial para reconstruir la canción “Another Brick In The Wall, Part 1″ de Pink Floyd a partir de las ondas cerebrales de pacientes sometidos a cirugía de epilepsia mientras escuchaban la música.

Este estudio, reportado en la revista PLOS Biology; representa un hito, ya que es la primera vez que se recrea una canción a partir de grabaciones de actividad cerebral.

Los investigadores analizaron los registros de actividad cerebral de 29 pacientes que se sometieron a cirugía de epilepsia en el Centro Médico Albany en Nueva York entre 2009 y 2015. Estos pacientes tenían una red de electrodos implantada en el cerebro como parte de su tratamiento, lo que permitió a los científicos registrar su actividad cerebral mientras escuchaban música. En total, se utilizaron 2,668 electrodos, de los cuales 347 estaban específicamente relacionados con la música.

El resultado de este innovador estudio fue la reconstrucción de la canción de Pink Floyd, con la icónica frase “All in all it’s just another brick in the wall” y los ritmos musicales permaneciendo intactos. Aunque la calidad del sonido es similar a escuchar bajo el agua, los investigadores están entusiasmados por este logro pionero.

Este avance demuestra que las señales cerebrales pueden traducirse para capturar elementos musicales del habla, como la prosodia, que incluye patrones de ritmo, sonido, acentuación y entonación, que transmiten significados que las palabras por sí solas no pueden expresar. Los científicos creen que este trabajo podría tener implicaciones significativas en la comprensión de cómo el cerebro responde a la música y en el desarrollo de dispositivos protésicos que mejoren la percepción del ritmo y la melodía del habla.

Este estudio también abre nuevas perspectivas para los neurocientíficos y neurotecnólogos interesados en ayudar a personas con afecciones neurológicas graves, como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), daño cerebral traumático o parálisis. Los dispositivos de interfaz cerebro-computadora podrían utilizarse para permitir que estas personas se comuniquen de manera más natural y efectiva.