No es como que Lars Ulrich sea alguien que constantemente se arrepienta de sus acciones o decisiones, sobre todo después de portar con orgullo el estandarte de ser el músico más odiado tras su guerra contra Napster.

Sin embargo, recientemente a través de farout, nos enteramos que para el baterista, sí existe un arrepentimiento grande en cuanto a su relación y carrera con Metallica.

Aunque usted no lo crea, la meta de Lars no era la de hacerse baterista y formar una de las bandas más exitosas en la historia de la música, sino que en realidad, su meta era la de convertirse en un talentoso tenista y ganar torneos alrededor del mundo.

Sin embargo, no es que Ulrich no tuviera el potencial, sino que poco a poco comenzó a optar por juntarse con sus amigos y tocar la batería, cosa que sin darse cuenta, empezó a rendir frutos y entre más crecía, menos tiempo le daba para entrenar.

Y no es que Lars dejaría todo por regresar al tenis, pero recientemente en otra entrevista para 100.3 FM The X, el baterista confiesa sentir pesar de no haber podido seguir ese camino, pues ni todo el éxito y el dinero del mundo, puede comprar un sueño de la adolescencia.

¿Lo pueden creer? Al parecer tenerlo todo no es suficiente para Ulrich.

En otras noticias, baterista reimagina “Master of Puppets” como una poderosa canción de death metal.