Los conciertos son parte esencial en la vida de cualquier persona que ame la música. Escuchar a tu banda favorita en vivo es algo que no todos los días se puede experimentar, así que te preparas semanas antes del evento, te aprendes todas las canciones, tienes tu outfit perfecto para ese día, ves el boleto cientos de veces para cerciorarte que no te estás equivocando de fecha y todo esto puede desaparecer en cuanto aparece una persona que nos hace perder la paciencia dentro del evento. Estos son algunos momentos que odiamos cada que asistimos a un concierto.
Personas hablando de su vida justo cuando empieza el solo más extremo de la historia y ellos prefieren hablar de como les fue en la escuela. Malditos.
Fotos con tablets. ¿De verdad llevas una tablet a un concierto para tomar fotos? Ni siquiera se ven bien y sólo estorbas.
Gritarle cosas a las bandas. “¡Te amo, Alex Turner!” “¡Esa no me la sé!” “Mejor que toqué Maná” y ese tipo de comentarios nefastos que mejor deberías ahorrártelos.
Pedir canciones. ¿Neta? Un concierto no es un karaoke y todas las bandas tienen un setlist. No porque grites “Caballo Dorado” toda la noche significa que la van a tocar.
Personas borrachísimas. Las personas que ya están inconscientes antes de que empiece el concierto y se quiere ir hasta adelante empujando a todos los asistentes es una de las cosas por las cuales perderíamos la cabeza.
DOS teloneros. Uno está bien, ¿pero dos? Pagamos por ver a UNA banda, no para los primos de el productor del evento.
Cuando los músicos prueban sus instrumentos por horas. ¿Qué no para eso hacen el soundcheck? Dios mío… Eso si que nos saca de nuestras casillas.
Vendedores ruidosos en conciertos acústicos. El espacio perfecto para presenciar conciertos acústicos pueden ser arruinados por vendedores que no tienen taco y se la pasan gritando “¡Chelas! ¡Chelas!”
Parejitas besándose. ¿Besándose? Más bien parece que van a tener relaciones sexuales con ropa. Un foro no es un hotel.
