Adele prácticamente quiso colgar a un ingeniero o dos con el cable de su micrófono luego de una desastrosa presentación en los Grammy.

Aunque es cierto que la ceremonia fue un gran fracaso en los ratings, alrededor de 25 millones de personas vieron a la cantante casi entrar en pánico cuando su interpretación de “All I Ask” estuvo plagada de problemas técnicos.

Además de cortarle el audio a su micrófono, otro mic se cayó sobre las cuerdas del piano, provocando un sonido como de guitarra (ver video de abajo). Adele describió en Twitter el accidente, agregando “Shit happens“, y parece que nada pasó a mayores. La audiencia le dio una ovación de pie y tan-tán.

Sin embargo, cuando Adele fue invitada al programa de Ellen, la artista confesó que no hizo otra cosa más que llorar por un día entero una vez concluida la presentación. Ante tal desastre, Adele se tomó el gusto de una hamburguesa y una cerveza para relajarse.

Estos días parece estar en mejores ánimos.

Via Huffington Post.