Pocos estatus de relación tan incómodos como el “amigovio”. Por un lado obtienes la compañía, confianza y comodidad que te daría un buen amigo del sexo opuesto y por el otro, obtienes una vida sexual de pareja y la confianza de “tener a alguien” ahí para calmar tus ansias por estar soltero… aunque en realidad casi lo estás. Sin embargo, cualquiera que haya estado en este extraño y divertido limbo sabe que es muy peligroso y todos sus beneficios rápidamente pueden transformarse en lamentos. ¿Les ha pasado? Éstas son algunas de las peores cosas de tener un “amigovio”, si tienen otras, déjenlas en la sección de comentarios.
Hay veces que quieres más a un amigo o un novio y recibes justo lo contrario.
Si por alguna razón la otra persona no puede verte para lo que quieres te lo tomas personal cuando sabes perfectamente que no deberías.
Seguido piensas que podrías dar “el siguiente paso” con esa persona, pero te da miedo decírselo por la posibilidad de que no piense igual.
Si no tiene tiempo o ganas de hacer “cosas de amigos”, sientes que te utiliza solo para tener sexo.
Te limitas al conocer gente nueva cuando en el fondo sabes que eres libre de hacer lo que quieras.
Te da miedo que tu “amigovio” encuentre a alguien más y tú te quedes sin amigo, ni pareja.
Toda la gente que te conoce te dice que dejes de fingir y por fin aceptes que sí son novios… aunque tú o esa persona no quiera.
El sexo es tan bueno que no lo quieres dejar, pero sí quieres buscar a alguien con quien puedas tener una relación de verdad.
La relación termina y tristemente te das cuenta de que a la primera persona que le contarías estas cosas es justo la última persona con la que puedes hablar.
