música

Esta no ha sido una muy buena semana y, de hecho, empezó muy mal con el anuncio de la Organización Mundial de la Salud el cual confirma que la carne y el tocino pueden producir carne (sí, aún no lo superamos). Primero esto, y ahora, nos hemos topado con un artículo el cual sugiere que la música puede provocar obesidad.

¡¿Qué?!

Pues como en todo, existe una explicación científica y todo parte del hecho de que la música altera nuestro comportamiento y, en algunos casos, nuestros hábitos derivados de consumir música pueden causarnos obesidad. Para empezar, está el tipo de música: se ha comprobado que la música acelerada hace que comamos más rápido y, de hecho, esta técnica es utilizada por cadenas de restaurantes de comida rápida.

Obvio, si sus clientes comen rápido, pueden atender a más comensales y ganar más dinero. El tema aquí es que la velocidad con la que comemos influye en cómo procesamos los alimentos. Además de esto, un estudio reciente sugiere que un muy mal hábito es comer con platos blancos mientras escuchamos la radio.

Se lee raro, pero la explicación es simple: cuando comemos en platos blancos, sentimos que necesitamos lavarlos constantemente, y platos limpios significa que se pueden usar con más frecuencia y esto repercute en comer más.

En fin, pensarás que se trata de un hallazgo muy extraño, pero allá afuera existen científicos tratando de buscar respuestas a todos nuestros males, y hoy dicen que la gente obesa puede echarle la culpa a la música (en parte).

Vía AJOMT.