La misandria es un concepto que nace del odio hacia el hombre, literal, odias todo lo que tenga que ver con él. Su contrario es la misoginia. Quizá cada vez que sientes aversión al chico de a lado y no puedes encontrar una explicación de por qué lo detestas tanto, esto te ayude para conocer la razón. Revisa si te pasan estas cosas y analiza si no has caído en la misandria.
¿Cuál chica insoportable del cine eres?
¿Tienes misandria? Checa si te pasa algo de esto:
1. El mundo sin hombres sería mejor. Realmente lo crees, las mujeres han podido salir adelante siempre y… sólo faltan para la reproducción, esperas a que inventen algo que produzca espermas.
2. No te gustan las citas con hombres. No eres gay, pero ¿hombres? no gracias, te da asco el sólo pensar que debes convivir, quizá sólo para satisfacer tus necesidades, pero ni así.
3. Te da asco pensar en sexo con ellos. Debe ser perfecto para ti, de lo contrario es muy difícil que te lata tener relaciones con los hombres. El no ser tan instintivo como ellos, te tranquiliza.
4. Eres más feliz soltera. Con la misoginia no puedes imaginarte tener que quedar bien con un hombre, no lo merece y no perderías el tiempo con uno.
5. Te molesta la presencia de éstos. Quisieras que no estuvieran en el trabajo, en el salón y por todos lados. Te enojas verdaderamente que hasta te agitas.
6. Los discriminas. Jamás los tomas en cuenta para nada, realmente los desprecias.
7. Sólo pensar en hombres te enoja. Recuerdas la existencia de alguno con el que hayas convivido y tu misoginia hace que explotes mentalmente.
8. ¿Amigos hombres? Quizá si no son tan “machos”, aún así guardas tu distancia y no les cuentas mucho.
9. Se te hacen demasiado tontos. Consideras a los hombres muy inútiles, por momentos dudas de las razones para que fueran creados.
10. Sólo fueron creados para lastimar. Ves como tus amigas sufren por los hombres y los consideras muy tóxicos emocionalmente hablando.
11. Podrías golpear a alguno. Si fuera legal, no lo dudarías.
12. Disfrutas de su sufrimiento. Te encanta bullearlos, cuando ves que les va mal sonríes por dentro.
