Un nuevo estudio del departamento de psicología de la Universidad York St. John en Inglaterra reveló que, si bien los perfeccionistas son trabajadores excepcionales, son aquellos que pueden ser más propensos a la frustración y el estrés. Tanto en el mundo laboral como en las relaciones, las personas perfeccionistas tienden a tener más problemas para sentirse contentos, ya que cada pequeño error lo catalogan como un fracaso y lo maximizan.
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Asimismo, el hecho de que en un ambiente de trabajo no haya “premios” o métodos de medición (como por ejemplo en la escuela que puedes sacar buenas calificaciones) también lleva a las personas perfeccionistas a frustrarse y sentir que no están desempeñando bien sus labores. Es por eso que el consejo es poner metas realistas y concentrarse en la creatividad y el esfuerzo, viendo cada error como una lección que aprender.
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Vía IndiaTimes.