¿Tus relaciones amorosas han sido un fracaso tras otro? Tal vez ha llegado el momento de aceptar de que hay aspectos de tu personalidad y cosas que haces que simplemente las están arruinando. Sí, tú también puedes tener la culpa del fracaso de tus relaciones y si te identificas con algunas de estas cosas, es altamente probable que así sea. ¿Te han pasado? Mira algunas cosas de tu vida que pueden haber hecho que tus relaciones fracasen sin que tu lo supieras.

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Tu negatividad

Claro, en una pequeña dosis puede ser adorable, pero después de un rato tus quejas de todo y todos pueden llegar a hartar a la gente.

Tus círculos sociales

¿Coinciden con las metas y objetivos que tienes para ti mismo? Piensa bien si tus amigos no son quienes están espantando a las parejas que has tenido.

Tus prioridades

Si tu pareja nunca es tu prioridad o las que tienes son muy distintas a las de tu pareja que no te sorprenda que no vean un futuro contigo.

Tu obsesión con el pasado

No se trata de olvidar por completo o negar, pero sí de dejar ir. Si te la vives hablando de tiempos mejores, gente que ya no ves y cosas que ya no haces, algo por ahí está mal.

Tu falta de ambición

¿Qué es lo que quieres de la vida? No tienes que saber exactamente quién quieres ser, pero tu vida tiene que avanzar hacia algún lado.

Tus celos

Son naturales, pero si no puedes vivir sin saber exactamente qué hace y con quién está tu pareja todo el tiempo, el que está mal eres tú.

Te has vuelto poco interesante

¿Hace cuanto que no lees un libro o visitas un museo? ¿De qué platicas con tu pareja? No puedes construir una vida hablando de lo que viste ayer en Netflix.

Tu falta de atención

Si no prestas atención a las fechas importantes, a los detalles, a las pequeñas cosas que realmente importan, no esperes crear un vínculo profundo con esa persona.

Tu apego a lo material

En la vida hay mucho más que lo que puedes comprar. ¿Cuáles son tus metas espirituales? ¿Hacia dónde diriges tu vida?

Tu rutina

Claro, todos tenemos cosas que hacer, responsabilidades y un poco de rutina en la vida. Pero si todos los días que estás con tu pareja quieres hacer exactamente lo mismo, es normal que pueda aburrirse.