Otro año, otro ataque del artista Plastic Jesus a Hollywood antes de su gran fiesta en los Óscar. Ya se está volviendo tradición que este hombre coloque unas estatuas aparentemente inofensivas del Óscar a unas cuadras de donde se realiza la premiación sobre el “paseo de la fama”. Pero al parecer a la Academia y afiliados no les gusta la idea de tener a la estatuilla inhalando cocaína y lo que insinuan de su gremio. El año pasado, la pieza de este artista estaba ligada al abuso de heroína, justo después de que el actor Philip Seymour Hoffman muriera de una sobredosis. ¿Con qué nos sorprenderá el próximo año y por qué estará tan enojado con Hollywood?